Mitología azteca
Los aztecas se consideraban como el pueblo elegido por el Sol, encargados de garantizar su recorrido por el cielo, alimentándolo. Este sentimiento fue reforzado bajo el reino de los emperadores Itzcóatl, Moctezuma I y Axayácatl a mitad del siglo XV. El mito de la creación del mundo de los aztecas expande esta idea. Existe un culto dominante sobre los demás dioses aztecas, el de su dios Sol, Huitzilopochtli. La Mitología Azteca o Mitología Mexica es una extensión del complejo cultural Mexica.
Antes de llegar los aztecas al valle del Anáhuac, ya existían antiguos cultos y diosas del Sol que ellos adoptaron en su afán de adquirir un rostro. Al asimilarlos también cambiaron sus propios dioses, tratando de colocarlos al mismo nivel de los antiguos dioses del panteón Nahua. De esta manera, elevaron sus dioses patronos, Huitzilopochtli y Coatlicue, al nivel de las antiguas deidades creadoras, como Tláloc, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca.
Las religiones prehispánicas se formaron a través de una lenta evolución y asimilación de los dioses prehispánicos, no tanto como seres de poder ilimitado, sino muchas veces como encarnaciones de las fuerzas de la naturaleza con personalidad humana, por ello muchos estudiosos prefieren traducir el concepto prehispánico de Téotl como "señor" y no como "Dios".
Los Tlahtimines (sabios nahuas) trataron de dar un poco de orden a esta multitud de dioses, así tenemos en primer lugar a los dioses creadores, o Ipalnemohuani, palabra nahua que significa "aquel por quien se vive" y dado que en náhuatl no existe el plural más que para los nombres de cosas, se ha especulado mucho sobre una posible tendencia monoteísta de los aztecas. Aunque esta interpretación puede estar originada por la influencia monoteísta occidental al no valorar la importancia en la cultura nahuatl del concepto de dualidad creadora. Los dioses creadores eran en primer lugar, Ometéotl (ome: "dos"; teotl: "dios") el principio de la dualidad creadora que a su vez engendraba en sí mismo como origen y efecto a Ometecutli (ome: "dos"; tecutli: "señor"), elemento masculino de origen, y Omecihuatl (ome: "dos"; cihuatl: "señora"), elemento femenino de origen. A partir de ellos surgían cuatro elementos rectores principales: Tezcatlipoca (señor del espejo negro) y Quetzalcóatl (serpiente emplumada), creadores del mundo, Tláloc (señor del agua) y Ehécatl (señor del viento) proveedores de la lluvia y de la vida; otro nombre que se le daba a estos dioses es Tloque Nahuaque ("El inventor de sí mismo" o "El señor del cerca y junto"). La mayor parte de la poesía náhuatl que sobrevive, usa estos nombres para referirse a los dioses creadores.
Después estarían los dioses patronos, que eran los encargados de vigilar a cada pueblo. Según una antigua leyenda, cuando los grupos nahuas (las tribus nahuatlacas) salieron de Aztlan, cada una de ellas llevaba consigo su "bulto sagrado", que contenía las reliquias de su dios patrono. Huitzilopochtli era el dios patrono de los mexicas, pero ellos también respetaban los dioses de los otros pueblos. Junto al templo mayor construyeron un templo especial para los dioses patronos de todos los pueblos conquistados, de manera análoga al Panteón romano.
Existían así mismo, dioses dedicados a cada profesión y aspecto de la vida. Xipe Tótec, dios del reverdecimiento fue adoptado como el dios de los plateros, Nanahuatzin, de las enfermedades de la piel, Tlazotéotl, diosa del amor físico y de las prostitutas, entre otros.
También existían algunos dioses de origen familiar pero se sabe poco de ellos.
La mayoría de estos dioses son anteriores a los aztecas o mexica y son compartidos por los demás pueblos nahua.
La leyenda de los cinco soles
La leyenda de los cinco soles explica las creencias que tenian los aztecas en que otros mundos existían antes del suyo. De acuerdo con los aztecas hubo cuatro mundos anteriores o soles como ellos los llamaban, cada uno regido por un dios específico, una raza humana única y devastada por un fenómeno natural diferente. Cada uno de estos soles estaba ligado con los elementos básicos: tierra, agua, aire y fuego. Cada uno de estos elementos estaba relacionado no solo con la naturaleza y su composición sino también con su destrucción.
Hay varias versiones de este mito ya que la información no es completa las versiones y el orden suelen cambiar. Esta versión está basada en la Historia de los mexicanos por sus pinturas donde el orden de los soles es el primer sol, el segundo sol, el tercer sol, el cuarto sol y el quinto sol.
La Gran Tenochtitlan.
Origen del mundo
Después de las devastaciones de los cuatro soles Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son reconocidos por la re-creación de la tierra y el cielo, no como enemigos sino como aliados. Según el mito Azteca de la creación, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca crean el cielo y la tierra desmembrando al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli, que quiere decir señor de la tierra, a pesar de que en los textos se puede encontrar una descripción femenina de este monstruo. Se dice que Tlaltecuhtli se combinaba con otro monstruo, el gran caimán el cual con su espalda de cocodrilo le dio forma a las montañas del mundo. Este mito fue esparcido por todo México por lo que llegó a la cultura Maya de Yucatán.
Una de las versiones de este mito dice que Quetzalcóatl y Tezcatlipoca descendieron del cielo para observar a Tlaltecuhtli, al hacerlo vieron que su deseo por la carne fresca era tan grande que no solo poseía una fauces llenas de filosos dientes sino que también poseía dentaduras rechinantes en sus hombros, rodillas y otras articulaciones. Al ver esto los dioses concordaron en que la creación no podía ser completada mientras el monstruo estuviera de por medio. Entonces para crear la Tierra Quetzalcóatl y Tezcatlipoca se transformaron en grandes serpientes. Una de ella tomo la mano izquierda y el pie derecho de Tlaltecuhtli, mientras que el otro la tomó por su mano derecha y su pie izquierdo y entre los dos desmembraron al monstruo. La parte superior del monstruo creó la tierra mientras que la parte inferior fue el cielo.
Este violento acto de desmembramiento al monstruo hizo enojar a los demás dioses por lo que decidieron que para consolar la tierra, todas la plantas que necesitará el hombre para vivir crecerían de ella, de sus cabellos crecieron los árboles, flores y hierbas y de su piel saldría pasto y pequeñas flores; sus ojos serían la fuente de los riachuelos, lagunas y pequeñas cuevas; su boca los grandes ríos y cavernas y su nariz sería la cresta de la montañas y valles. La leyenda dice que se podía escuchar el grito del monstruo en las noches sediento de sangre y por los corazones de la gente y esto solo podía ser clamado por medio de los sacrificios ofreciendo la carne y la sangre para calmar a Tlaltecuhtli y que siguiera dando los frutos necesitados para que la vida humana continuara.
Mural de Diego Rivera que muestra la vida en tiempos de los aztecas, por ejemplo, la vida religiosa en Tenochtitlan.
Primer sol: Tlachitonatiuh
Tezcatlipoca fue el primer sol en alumbrar el mundo y los otros dioses crearon a los gigantes, hombres muy fuertes, que comían bellotas de encinas. Tezcatlipoca fue el sol durante 676 años. Cuando Tezcatlipoca dejó de ser sol, todos los gigantes fueron comidos por jaguares y no quedó ninguno. Tezcatlipoca dejó de ser sol porque Quetzalcóatl lo golpeó con un gran bastón y tiró al agua, de donde salió convertido en jaguar a comer a los gigantes. Este mundo desapareció por temblores y el hombre fue devorado por jaguares.
Segundo sol: Ehecatonatiuh
Quetzalcóatl fue el sol de la segunda edad, habitada por hombres-mono, que se alimentaban de piñones. Quetzalcóatl fue el sol durante 676 años, hasta que Tezcatlipoca lo derribó y levantó un fuerte viento que se llevó a Quetzalcóatl y los hombres-mono.
Tercer sol: Tletonatiuh
Tlalocatecutli, mejor conocido como Tlaloc "el que hace brotar", dios de la lluvia y del rayo fue el sol y duró 364 años. Durante esta edad los hombres-mono comían acicintli es lo que hoy conocemos como teocintle "simiente como de trigo que nace en el agua". Pero Quetzalcóatl hizo llover fuego del cielo quitó a Tlaloc y fue sustituido por su mujer Chalchiuhtlicue.
Cuarto sol: Atonaliuh
Chalchiuhtlicue duró 312 años alumbrando a los hombre-pez, que en ese tiempo comían cincocopi, simiente como maíz. El último año que fue sol Chalchiuhtlicue llovió de tal manera que se cayeron los cielos y los hombre-pez fueron llevados por las aguas y se convirtieron en todos los géneros de peces que hay.
Historia de la creación según los nahuas
Los nahuas tenían varios mitos de la creación, resultado de la integración de distintas culturas. En uno de ellos, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl se dan cuenta de que los dioses se sienten vacíos y necesitan compañía. Por ello necesitan crear la tierra. Existía solo un inmenso mar, donde vivía el monstruo de la tierra. Para atraerlo, Tezcatlipoca ofrece su pie como carnada y el monstruo sale y se lo come. Antes de que se pueda sumergir, los dos dioses lo toman, lo estiran para dar a la tierra su forma. Sus ojos se convierten en lagunas, sus lágrimas en ríos, sus orificios en cuevas. Después de eso, le dan el don de la vegetación para confortar su dolor. Y posteriormente se da a la tarea de crear a los primeros hombres.
Aun así, los dos astros siguen siendo inertes en el cielo y es indispensable alimentarlos para que se muevan. Entonces otros dioses deciden sacrificarse y dar el "agua preciosa" que es necesaria para crear la sangre. Por lo tanto, se obliga a los hombres a recrear eternamente el sacrificio divino original.
Imagen de Mayahuel, diosa azteca.
Grupos de dioses
Aihuateteo (también Macuiltonaleque): los cinco dioses de los excesos
Centzon Huitznahua: Dioses aztecas de las estrellas del Sur. Son los hermanos rebeldes de Huitzilopochtli e hijos de Coatlicue.
Centzon Totochtin (cuatrocientos conejos): dioses del pulque, "inmorales" y ebrios
Cihuateteo (o Cihuapipiltin): almas de las mujeres muertas al dar a luz como demonios de la noche que roban niños y causan ataques.
Ilustración de la pared del dios azteca Quetzalcóatl para ser visto en el Museo Arqueológico de Xochimilco, Ciudad de México.
Civatateo: almas de las mujeres muertas al dar a luz que guían al sol poniente en los cielos del Oeste. También acompañan a los guerreros al cielo.
Tzitzimime: Demonios estrella de la oscuridad, que atacan al Sol durante los eclipses y amenazan la Tierra.
Una de las cabezas de serpientes emplumadas que decoraban el templo de la Serpiente Emplumada en Teotihuacan.
Criaturas sobrenaturales
Ahuízotl: Era una criatura con forma de perro, manos de mono y con una larga cola que terminaba en una mano y con la que ahogaba a los incautos. Estaba al servicio de los dioses del agua, por lo que la víctima solo podía ser tocada por los sacerdotes luego de haber sido sacada del agua. Era símbolo de mala suerte y desgracia. En ocasiones el ahuizotl lloraba como un niño atrayendo a quien se atreviese a ver de dónde procedía el sonido.
Cipactli: el caimán en los cimientos de la Tierra, fue muerto por la lanza de Tezcatlipoca, aunque le arrancó a este el pie izquierdo, también llamado Tlaltecuhtli.
Nagual: un espíritu tutelar animal o vegetal.
Grabado de piedra del Jaguar de la antigua cultura azteca.
Nahual: un hechicero o una bruja con la habilidad de cambiar de forma.
Telcalipoca: El gran oso.
Tlaltecuhtli: Señor de la tierra, una diosa-caimán, Monstruo marino, asociada con los partos difíciles. Según algunas tradiciones, para crear la tierra Quetzalcóatl y Tezcatlipoca la bajaron del cielo y la dividieron, separando la tierra del cielo. De sus cabellos se hicieron los árboles, flores y hierbas, de sus ojos pozos, fuentes y cuevas, de su boca ríos y cavernas, y de su nariz valles y montañas.
Héroes y reyes legendarios
Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl: rey sacerdote legendario de la mítica ciudad de Tollan.
Popoca: Guerrero legendario que al regresar victorioso del campo de batalla se encuentra con la inesperada muerte de su princesa amada, tras lo cual sube al pináculo del templo con ella en sus brazos y se entregan a sí mismos como ofrendas a los dioses; los dioses aceptan el sacrificio de su amor no consumado, y para conservarlo eterno, deciden transformarlos en volcanes. Este es el origen mitológico del volcán Popocatépetl.
Iztaccíhuatl: Princesa que muere de pena al ser engañada que su amado guerrero Popoca había muerto en batalla; su cuerpo en posición de mujer dormida se transformó en el volcán Iztaccíhuatl (Mujer Dormida) por designio de los dioses. Ambos volcanes custodian la cuenca del Valle de Anáhuac.
Lugares
Aztlán, el lugar de la blancura: Hogar original de los mexicas antes de su migración y establecimiento en Tenochtitlan.
Mictlán: el inframundo.
Tlalocan: el primer paraíso, regido por Tláloc, donde las almas de los muertos aguardaban la reencarnación.
Tlillan-Tlapallan: el reino medio de los cielos, o paraíso medio, reservado a quienes entendieran la sabiduría de Quetzalcóatl.
Tonatiuhichan: el paraíso más alto.
Tomoanchan: Paraíso mítico sobre el que rige Itzapapálotl, de donde vienen todas las cosas. Según el mito de la creación azteca, fue allí donde los dioses crearon la actual raza humana.
Códice Borgia
El códice Borgia (o códice Yoalli Ehécatl) es un manuscrito mesoamericano de contenido ritual y adivinatorio. Se cree que fue escrito antes de la conquista de México, en algún lugar en el sur o el oeste del estado mexicano de Puebla. El códice Borgia forma parte del Grupo Borgia, al que da nombre.
El códice está escrito sobre piel de animal (casi seguramente piel de venado) plegada en 39 hojas. Cada hoja es un cuadrado de 27 cm por 27 cm (11 x 11 pulgadas), con una longitud total de casi 11 metros (35 pies). Todas las páginas menos la última están escritas e ilustradas por ambas caras, lo que supone 76 páginas con contenido. El códice se lee de derecha a izquierda.
Ilustración de Tezcatlipoca, una de las deidades descritas en el Códice Borgia.
El códice Borgia recibió su nombre en honor del cardenal italiano Stefano Borgia, su propietario hasta su adquisición por parte de la Biblioteca Vaticana. En 2004, Maarten Jansen y Gabina Aurora Pérez Jiménez propusieron que fuera rebautizado con el nombre indígena de Yoalli Ehecatl, "Noche y viento" en náhuatl, aunque aún no está claro que sus autores fueran nahuas.
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¡Gracias! por visitarnos, Vladimir y María Mercedes Gessen @DivanGessen
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_mexica
https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3dice_Borgia
https://www.youtube.com/
Fotos:
https://commons.wikimedia.org/wiki/Main_Page
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Musee_National_Anthropologie-Cal...