Fantasmas, Espíritus y Poltergeists
Los fantasmas, en las creencias de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas de seres muertos que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos como Poltergeist. Aparecen principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas.
Escultura de fantasmas en Oosterhout, Brabante Septentrional (Holanda)
Un espíritu o ser espiritual es una supuesta entidad no corpórea que aparece en muchas religiones. En algunas partes del mundo se cree que los espíritus son capaces de poseer a las personas. Históricamente, a los espíritus le han sido atribuidos un número de poderes, tanto sobre su naturaleza como sobre los seres humanos. Muchas veces se dice que los poderes de un espíritu están ligados a su propósito de creación.
Poltergeist (del alemán poltern, hacer ruido, y Geist, fantasma) es un fenómeno paranormal que engloba cualquier hecho perceptible, de naturaleza violenta e inexplicable inicialmente por la física, producido por una entidad o energía imperceptible.
El término suele utilizarse coloquialmente para definir todos los acontecimientos violentos que suceden en un lugar supuestamente encantado y para los cuales no existe una causa aparente que pueda describir la ciencia. Entre los fenómenos poltergeist, se incluyen, por lo general, ruidos inexplicables, movimientos de objetos inanimados, materialización, desaparición de comestibles, olores extraños y ataques físicos. La entidad imperceptible que genera estos hechos, según la parapsicología, suele ser un fantasma o entidad asociado a una persona muerta. También puede ser causado por telequinesis inconsciente derivada de estrés o tensión emocional.
"La Llorona" en la Plaza de Santa Catarina, Coyoacán
Fantasmas
Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos estudiosos relacionan fantasmas y espectros con las esferas de luz u orbes, que han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de:
Rods, que son observaciones confusas que son detectadas en la forma de objetos en movimiento sobre un paisaje, especialmente en grabaciones de vídeo o fotografía.
"Artefactos" o cualquier distorsión percibida o cualquier otro error de datos causado por un instrumento de la observación o medición, el cual puede provocar una mala interpretación o resultados erróneos.
Motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por retrodispersión o reflexión de ondas o partículas.
"Pareidolia" que es un fenómeno psicológico donde un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible.
"Apofenia", que es ver patrones, conexiones o ambos en sucesos aleatorios o datos sin sentido.
Prejuicio cognitivo.
Algunos parapsicólogos han documentado que la aparición del fantasma no suele sobrepasar una fracción de segundo o a lo más dos o tres segundos, raramente más; en los momentos previos constatan que se produce alguna forma de entalpía, (que es una medina termodinámica, simbolizada con la letra H, cuya variación expresa la cantidad de energía que un sistema intercambia con su entorno, por la cual la temperatura baja sensiblemente antes de alguna manifestación sensible (desplazamiento de objetos, ruidos, fenómenos electrónicos de voz, visualizaciones); pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamados fenómenos electrónicos de voz, llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente.
Oleo de un niño que asusta a dos niñas envuelto en una manta. Alemania, segunda mitad del siglo XVII (Colección Gert Nagel)
Su aparición provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefalea y en el momento de su manifestación algunos parapsicólogos documentan una carga electromagnética inusual que puede producir de forma natural los trastornos señalados anteriormente.
Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces.
Algunos mecanismos tecnológicos han sido diseñados para transformar estas distorsiones electromagnéticas en sonido, con la sorpresa de que se reproduce un lenguaje humano coherente y consciente, que responde a preguntas, acaso con origen en el propio cerebro humano de quienes se hallan presentes interactuando con el fenómeno.
Los fantasmas se aparecen siempre en el mismo lugar que habitaba o frecuentaba la persona con que se asocia o bien en el lugar en que tuvo una muerte violenta. Por otra parte, y en unos pocos casos, pueden trasladarse a otro lugar, pero siempre asociados a alguna persona relacionada con ellos.
los fantasmas se creen ligados a un lugar, aunque en ocasiones se asocian a personas que "se los han llevado" consigo, frecuentemente contra su voluntad. Se afirma que algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo.
Ciertas personas, los llamados clarividentes, médiums, ashanes o chamanes, dicen observarlos con frecuencia o poder comunicarse con ellos; asimismo prácticas conocidas como la canalización mediúmnica y la necromancia o nigromancia aseguran poder hacer que los muertos se encarnen otra vez brevemente.
Todavía en el siglo XXI se sigue considerando a los fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar descanso tras su muerte y quedan atrapados entre este mundo y el otro, a pesar del desarrollo de una corriente positivista, escéptica y científica, que intenta desacreditar esta superstición.
La creencia general común supone que el alma de un fallecido no encuentra descanso por una tarea que el difunto ha dejado pendiente o inconclusa ("promesa").
En la mayoría de las culturas contemporáneas, las apariciones de fantasmas están asociadas a una sensación de miedo y son fuente importante de estudio de recién nacidas pseudociencias, como la parapsicología. Aún es también importante dentro del estudio de ciertas religiones, como el Islam, el Budismo, Jainismo, Hinduismo, Shintoismo, Espiritualismo y Cristianismo, aunque cada una lo estudia de modo diferente. En las creencias de la Nueva Era, se intenta racionalizar la creencia tradicional afirmando que los fantasmas son cúmulos de energía negativa o que se trata de imágenes holográficas de personas que han dejado impregnado el ambiente con su imagen y sus actividades.
San Hugo de Lincoln exorciza un hombre poseído por el diablo (Gherardo Sternina 1407)
Fantasmas y cristianismo
El Protestantismo no admite la existencia de fantasmas ya que no cree en la existencia de un Purgatorio; para esta forma de Cristianismo se trata de fenómenos demoníacos. El último Catecismo de la Iglesia Católica no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos la postulan, pero sí la del Purgatorio, al contrario que el Protestantismo. Estima perjudicial, auto-destructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tarot, y cualquier ceremonia o procedimiento no religioso de adivinación con el cual se obtenga comunicación con la otra vida porque puede ser usado por el demonio para dejar una puerta para la que pasar en cualquier momento; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos rituales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre sin invitación uno cualquiera de la numerosa jerarquía de espíritus no humanos o demonios que mienten y se disfrazan de fantasmas o almas del Purgatorio.
Un fantasma es para un católico algo distinto y diferenciado del demonio, un espíritu perdido ni bueno ni malo, sino que no ha manifestado constricción ni se ha dirigido a Dios o la luz. No suelen manifestar ni la agresividad ni la ira de estos, sino tristeza y melancolía. Si un espíritu perdido al principio muestra ira, es la de un ser humano que se sintió abandonado de Dios, pero conforme avanza la sesión de oración o de exorcismo va comprendiendo que quizá la culpa de todo la tuvo él y no Dios o las personas con las que convivió. Esto es lo característico y específico de los espíritus perdidos: pueden rezar. Quizá al principio no lo hagan, pero finalmente sí. Y cuando rezan lo hacen sin odio. Un demonio sólo repite una alabanza a Dios obligado tras muchísimas oraciones del sacerdote y por una orden de éste en el nombre de Cristo, y lo hacen con odio y sin contricción. El espíritu perdido puede pedir perdón del mal cometido. El demonio nunca lo hará. Un demonio puede hacerse pasar por cualquiera (ángel, difunto o santo), pero si el exorcista insiste, con su poder sacerdotal, en ordenarle que diga su nombre, al final lo dice, mientras que un espíritu perdido por más que se le insista seguirá manteniendo que fue un ser humano. No le producen aversión los objetos sagrados ni el agua bendita, y pueden abandonar un cuerpo sin ruido.
Fantasmas y psicología
La creencia en fantasmas puede ser inducida como alucinación por trastornos como la parálisis del sueño, trastorno de ansiedad y trastorno de la conducta y parasomnias, así como por síntomas como la disociación y enfermedades mentales como los diversos tipos de esquizofrenia (oír voces, ver alucinaciones, sufrir delirios) o las distintas afecciones del lóbulo temporal del cerebro.
Igualmente, muchas drogas, los llamados alucinógenos, producen fantasías fantasmagóricas, como el LSD.
Zashiki-warashi
Zashiki Warashi (Japonés: 座敷童子, zashiki warashi) es un tipo de fantasma en la mitología japonesa. Protege las casas y a sus habitantes de cualquier peligro, proporcionando felicidad y prosperidad. Según la mitología podría ser un antepasado de la familia y se le representa como una niña de corta edad vestida a la manera tradicional del Japón, con pelo corto y kimono.
El nombre proviene de zashiki, haciendo referencia a un cuarto japonés típico (tatami) y de warashi, término regional arcaico que se le da a un niño.
El aspecto de éste espíritu es el de un niño de unos 5 o 6 años con el cabello ondulado y un rostro rojizo.
El niño puede ser de sexo masculino o femenino, aunque actualmente se lo considera femenino. Un Zashiki-warashi se lo puede encontrar en casa viejas y preferentemente grandes.
Se dice que un Zashiki-warashi al habitar una casa, trae a la residencia buena fortuna, pero si se va de allí, el lugar declina totalmente. Para mantener a tal yōkai en el hogar, éste debe sentirse apreciado y cuidado de la misma manera en que un adulto criaría a un niño. El Zashiki-warashi es un infante por naturaleza, propenso a jugar de manera inofensiva pero de vez en cuando a causar alguna travesura.
Puede ser que se sienten en el asiento de un huésped, gire las almohadas de la gente y hasta realizar sonidos similares a la música del kagura. Dejan a veces pequeñas huellas como si fuera ceniza. Hay diversas variaciones en cuanto a quién puede ver el Zashiki-warashi; esto se limita generalmente a los habitantes de la casa, a veces a los niños.
Ahl al-turab
Los ahl al-trab o ahl al-turab (árabe, أهل التراب, la gente del suelo) son traviesos espíritus que, según el folclore árabe, habitan en la arena del desierto, cerca de la superficie y de donde salen para mortificar a los viajeros bebiéndose los charcos antes de que puedan llegar a ellos, acosando a los camellos haciéndoles tropezar y lanzando arena a los ojos tanto de los humanos como de sus cabalgaduras.
Los ahl al-trab son invisibles pero en ocasiones es posible verlos en forma de un gran remolino durante las tormentas de arena.
Poltergeist
La ciencia atribuye estos hechos a fenómenos físicos probados como la electricidad estática, los campos electromagnéticos, el aire ionizado, los infrasonidos o los ultrasonidos. O podrían derivarse de simples alucinaciones causadas por envenenamiento por monóxido de carbono.
Estos fenómenos llevan reportándose desde principios de la humanidad, en la mayoría de las culturas y países, y es ahora, con la era tecnológica, cuando son registrados en imagen, vídeo o audio.
Algunos científicos atribuyen los fenómenos poltergeist al fraude o a la interpretación sobrenatural de fenómenos explicables a través de principios físicos, como la electricidad estática, campos electromagnéticos, ultra e infrasonido, aire ionizado. En algunas ocasiones, como en el caso poltergeist de Rosenheim, en Alemanía el físico F. Karger del Max-Planck-Institut für Plasmaphysik y G. Zicha de la Universidad Técnica de Múnich no encontraron ninguna evidencia de estos fenómenos, y los que apoyan las teorías paranormales argumentan que nunca se tuvo conocimiento de fraude alguno, incluso después de una exhaustiva investigación.
El Espíritu Santo en la Iglesia de Wies en Alemania
Seres espirituales
La palabra espíritu viene del Latín "spiritus", que significa aliento o respiro, y como el aliento es sinónimo de vida, la palabra denota que el alma que sigue viviendo se separa del cuerpo muerto o cadáver, pero como tiene aliento metafóricamente se entiende que sigue viva.
La palabra "inspirar" (del latín inspirare) tiene la misma raíz que espíritu. Es un término compuesto del prefijo in (dentro) y del verbo spirare (respirar).
En la Biblia, la palabra ruah (רוח, cuyo significado es "viento") se suele traducir como espíritu de esencia divina, lo que nos ha llegado como Espíritu Santo. Es por ello que en la escena de pentecostés, el Espíritu Santo es representado como el "viento" y también el "fuego" que transforma a los apóstoles de Jesús y les da la fuerza para salir al mundo a predicar su palabra; Es "el fuego que enciende otros fuegos", es decir, que "inspira".
La palabra "espíritu" en su contexto religioso ha llegado a obtener un número de significados:
Sinónimo de Alma. En términos teológicos, un "espiritu" es la parte más profunda del alma del hombre, a través de la cual los seres humanos pueden ponerse en contacto con Dios.
En la teología occidental, el Espíritu Santo es una persona de la Divina Trinidad (Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo). El Padre (Dios) como la fuente, el Hijo (Jesús como el "caudal" o el "camino"), y el Espíritu como la transmisión.
En muchas culturas, los espíritus existen en el mismo plano que los dioses, aunque en un rango de jerarquía menor, como por ejemplo los elfos nórdicos o los ángeles en el cristianismo.
Según la doctrina cristiana los Dones del Espíritu Santo, se clasificarían en siete aspectos que pueden ser vistos mediante las siguientes explicaciones. El primero se basa en la Sabiduría, el segundo en Entendimiento, el tercero en Consejo, el cuarto en la Fortaleza, en el quinto la Ciencia, en el sexto la Piedad, y por último encontramos el Don de temor de Dios.
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Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Fantasma
https://es.wikipedia.org/wiki/Poltergeist
https://es.wikipedia.org/wiki/Ser_espiritual
https://es.wikipedia.org/wiki/Zashiki-warashi
https://es.wikipedia.org/wiki/Ahl_al-turab
https://es.wikipedia.org/wiki/Rod_(criptozoolog%C3%ADa_y_ufolog%C3%ADa)
https://es.wikipedia.org/wiki/Artefacto_(error_de_observaci%C3%B3n)
https://es.wikipedia.org/wiki/Retrodispersi%C3%B3n
https://es.wikipedia.org/wiki/Pareidolia
https://es.wikipedia.org/wiki/Apofenia
https://es.wikipedia.org/wiki/Entalp%C3%ADa
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