Shrii Shrii Anandamurti fue un Maestro, un Baba, palabra en sánscrito que literalmente significa “la persona más amada". Su significado coloquial es “padre”. Como una expresión de respeto y cariño, los discípulos espirituales en India generalmente se refieren a su Gurú como “Baba” si es masculino, y como “Ma”, “Mata” o “Amma” para referirse a la madre.

Anandamurti nació en Jamalpur, un pequeño pueblo de India durante la primera luna llena del mes de Vaishak, el primer mes del calendario lunar Bengalí y el segundo mes del calendario civil indio. Si nos guiamos por el calendario gregoriano, sería el 21 de mayo de 1921. El mismo día del nacimiento del Maestro Buda. Este año, 2018, ha sido una discusión entre expertos hasta que llegaron a la conclusión que la primera luna llena de Mayo corresponde al domingo 29 de abril. Ese día, sus devotos, que son miles en el mundo, lo recordarán con cantos devocionales.

El nombre de niño de Anandamurti fue Prabhat Rainjan. Prabhat significa alba y Rainjan, teñir. Su apodo familiar era Bubu. Temprano se interesó por la historia del Señor Shiva, el padre de los yoguis. Comenzó la práctica de la meditación antes de los 5 años y se hizo vegetariano.

Pintura de Shiva

Efectivamente, Anandamurti ha sido un misterio. Para Dada Nabhaniilamanda profesor de meditación y autor de Cierra los ojos y abre la mente Anandamurti “es probablemente el personaje espiritual más interesante y controvertido del siglo veinte. Algunos lo consideran un revolucionario social con intenciones secretas de derrocar el gobierno de India, mientras que otros lo consideran un poderoso tántrico con poderes sobrenaturales”. Dada literalmente significa hermano mayor, es una forma respetuosa de dirigirse a alguien. En Ananda Marga se usa para designar a los monjes.

Lo anterior es parte de lo escrito en la contraportada de Historia de un Maestro Tántrico, escrito por Devashish. Se trata de una recopilación de historias y recuerdos de discípulos, familiares y amigos de Anandamurti y una “bibliografía seleccionada”.

Para Devashish, Baba Anandamurti “fue un maestro espiritual muy diferente a cualquier otro que le haya precedido en el subcontinente indio, no solo como revolucionario social sino como Gurú espiritual”. Un Gurú es “aquel que disipa la oscuridad", aunque se puede usar como una palabra genérica para “Maestro”. También tiene una implicación espiritual.

Desde el primer día de nacido, Anandamurti dio muestras de ser alguien excepcional. A los 18 años ingresó a la Universidad de Calcuta, hoy Kolkata. Era 1939. Segunda Guerra Mundial y en India los estudiantes reclamaban la independencia. Anandamurti se graduó con honores en 1941 y comenzó a trabajar como contador en la misma oficina que ocupó su padre en el Instituto de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Ferrocarril de la India.

Aunque era estricto cumplidor de su trabajo, en la hora del almuerzo solía conversar con compañeros que le pedían todo tipo de consejos y recomendaciones. Se ganó fama de saber de todo.

El domingo 7 de noviembre de 1954 fue el primer encuentro de Baba con todos los discípulos. Muchos de ellos no tenían ni idea que seguían al mismo Gurú porque Anandamurti era extremadamente discreto. Se supone que en esta reunión fue la primera vez que sus discípulos escucharon el nombre Anandamurti, que traduce la “personificación de la felicidad”. Comenzó a utilizar el epíteto de “Yogeshvar”, (Yogeshvar Anandamurti) “Señor de los yoguis”, título atribuido tanto al Señor Shiva como al Señor Krishna “en un pasado tan distante que pertenecía al oscuro territorio del mito y la leyenda.

Krishna y Arjun en una carroza. Mahabharata, siglo XVIII-XIX, India

En 1955 Anandamurti fundó Ananda Marga (Camino de la Bienaventuranza) “una misión global para la elevación espiritual y el cambio social”. Solía decir que “no quería un culto a la personalidad, sino más bien un culto a la ideología”.

En un mensaje a sus discípulos dijo: “Me he fundido en mi misión; si quieres conocerme, entonces sirve a mi misión”. Su identidad como Gurú de Ananda Marga la mantuvo en secreto por mucho tiempo. Los nuevos seguidores eran iniciados por discípulos y era después cuando conocían a Baba. Según varios relatos, Baba escogía mentalmente a quienes estarían con él

Un revolucionario

El mensaje de Ananda Marga se fue extendiendo y provocaba reacción en la población más ortodoxa y tradicional de India. Anandamurti, que ya era llamado Baba, rechazaba el sistema de castas, lo consideraba inmoral y pronosticaba que “tarde o temprano va a desaparecer”. El sistema de castas está hoy abolido legalmente aunque se continúa practicando en los sectores más ortodoxos de India.

Se oponía a los matrimonios concertados por los padres de los contrayentes: “El matrimonio entre niños, el sistema de dote y la discriminación de las viudas son injusticias sociales atroces”.

Consideraba “que los fantasmas, el espiritismo y la posesión por dioses son supersticiones psíquicas”. Atacaba al capitalismo y al comunismo con igual vehemencia: “El capitalismo convierte a la gente en mendigos, pero el comunismo los convierte en animales. Los priva de su capacidad de pensar”.
Fijó posición sobre el ideal Gandhiano de la no violencia: “Si un país comete atrocidades contra sus minorías, o ataca a un país vecino que es débil, los otros vecinos se deben levantar en armas, movilizar las fuerzas necesarias para contener al tirano, y establecer una paz sutil”.

Sobre la religión expresaba que “todos los seres vivos son hijos o hijas del Ser Supremo. Todos somos hermanos y hermanas y existe un solo Dharma para todos los seres humanos". Dharma es Espiritualidad, el sendero de la rectitud en las situaciones sociales.

Anandamurti decía: "Estamos en contra de la hipocresía y la explotación religiosa de cualquier tipo. No tenemos fe en el llamado ‘culto al Gurú’ o la filosofía de la encarnación divina”.

Pedía a sus discípulos “abandonar cualquier sentimiento de casta. Todos somos hijas o hijos del Padre Supremo. Si aceptas al Señor como tu Padre Supremo y la meta de tu meditación, entonces debes aceptar que todas las criaturas son sus hijas o hijos y tienen los mismos derechos a sus bendiciones. No puede haber distinción de casta entre ellos”.

Otra premisa importante de Anandamurti es: “El cielo ni el infierno existen, sólo el cielo o el infierno que nosotros mismos creamos en este mundo por las consecuencias de nuestras buenas o malas acciones. El cielo y el infierno son dogmas creados por personas religiosas para explotar a los crédulos y jugar con sus miedos”.

A sus seguidores se les entregaba un papel donde se podía leer los “Yama y Niyama”, los 10 principios éticos del yoga que como practicante espiritual debían seguir:

Yama: No violencia, veracidad, no robar, vivir con el pensamiento de Dios, y vivir la vida plenamente pero sin poseer.

Niyama: Los 5 principios son la pulcritud física y mental, contentamiento, servicio, estudio espiritual, y entrega al Ser Supremo.

En “Guía para la conducta humana” libro de Anandamurti acerca de Yama y Niyama, dice: “El aspirante espiritual empieza la práctica espiritual con los principios morales de no condescender en el robo o la falsedad. El propósito de esta moralidad es alcanzar un estado de unidad con Brahma (Conciencia Suprema, Dios) en el que no existe deseo alguno por el robo y desaparecen todas las tendencias hacia la falsedad”.

El mensaje de Anandamurti se extiende a partir de agosto de 1947, cuando India obtiene su independencia y son asesinadas cerca de medio millón de personas en lo que es considerado “uno de los genocidios más grandes de la historia moderna”.

En ese ambiente de conflicto, Anandamurti habló "abiertamente en contra de todo tipo de dogma religioso, incluyendo la adoración de ídolos. Exhortaba a oponerse a toda clase de injusticia social”. Para Baba Anandamurti el único “ismo” que tenía su apoyo era el “universalismo”, enfatizando una y otra vez que “todos los seres humanos pertenecían a una hermandad cósmica con igualdad de derechos a los dones de la providencia”.

Un informe oficial presentado a la primer ministro Indira Gandhi en 1971, estimaba en 7 millones el número de afiliados a Ananda Marga. Calculaban que “había por lo menos un monje de Ananda Marga viajando en cada uno de los trenes importantes de India” propagando la misión. Para ese momento, ya varios discípulos de Baba habían sido atacados físicamente por grupos identificados con el comunismo.
Baba Anandamurti advirtió a sus seguidores que vivirían tiempos duros y les dio libertad para retirarse.

Fue arrestado el 28 de diciembre 1971 en la madrugada junto a cientos de discípulos. Lo acusaron de conspiración y comenzó una campaña de desprestigio contra Anandamurti y Ananda Marga.

Diariamente los discípulos detenidos lo visitaban en su celda. El 11 de febrero de 1973, les pidió que al día siguiente llegaran más temprano. Así lo hicieron y se llenaron de angustia cuando encontraron a Baba convulsionando: El médico de la cárcel le había administrado una sobredosis letal de barbitúricos. Baba permaneció en coma por varios días pero gracias a sus poderes tántricos superó el trance y desde entonces, durante más de cinco años solo ingería dos tazas de suero de yogurt al día suministradas por su asistente personal.

El intento de asesinato atrajo la atención internacional hacia Ananda Marga y su líder. Estudiosos de la vida de Baba Anandamurti consideran que esa era la intención del Maestro porque dan por descartado que Baba ignorara la intención del médico de la cárcel cuando le aplicó la inyección.

Preparando la partida

En 1975 India vive momentos de gran agitación política: Un alto tribunal declara a Indira Gandhi culpable de fraude electoral y la primer ministro responde con una declaración de estado de emergencia para evitar la confirmación del fallo. Con los poderes otorgados por el estado de emergencia, los líderes de oposición son detenidos, Ananda Marga es declarada ilegal y los discípulos de la organización son perseguidos.

En 1976 Baba Anandamurti es llevado a un juicio donde las posibilidades de defensa eran nulas. Junto a otros cuatro opositores es sentenciado a cadena perpetua. En el ambiente de represión que en ese momento existía en India era, prácticamente imposible conseguir una voz que se pronunciara a favor a de Ananda Marga o de Baba Anandamurti.

La “cadena perpetua” duró un año. En 1977 la presión internacional obligó a Indira Gandhi a realizar elecciones y a liberar los presos políticos. Eso incluía a Baba, quien en 1978 fue absuelto de todos los cargos por el máximo tribunal del estado Bihar.

Ananda Marga aumentó su popularidad nacional e internacionalmente gracias a los proyectos de servicio. El último incidente grave contra miembros de la organización fue en abril de 1982 cuando 17 discípulos fueron asesinados a plena luz del día frente a un centenar de testigos. Los responsables fueron comunistas que azuzaron a una turba, acusando a Ananda Marga de secuestrar niños. El hecho tuvo amplia difusión y fue condenado internacionalmente.

El Dada que no podía nacer

Acharya Chidrupananda Avadutha fue uno de los Dada cercanos a Baba Anandamurti. En los 8 años que lo acompañó desempeñó diversos roles: Jefe de seguridad personal de Baba; jefe de educación y encargado de los hogares infantiles (orfanatos).

Dada Chidrupananda está residenciado en Venezuela desde 1994. Es maestro de yoga, siguiendo las enseñanzas del Maestro Patangiali (siglo III A de C). En 1998, fundó la Misión Universal de Amor Ananda Marga, con sede en San Antonio de Los Altos, Estado Miranda en Venezuela. También dirige la Escuela Mística. Todo, siguiendo el lineamiento de Baba Anandamurti de “lograr cambios positivos en la sociedad para conseguir el progreso de la humanidad”.

Dada Chidrupananda está convencido de que él, como otros Dadas, fue escogido por Baba. El acercamiento comenzó cuando Chidrupananda era un niño de 6 años. “Un día yo iba caminando a la escuela. Eran 4 kilómetros de mi casa a la escuela. A mitad del camino vi que un monje, con vestimenta anaranjada, entraba a una casa. En ese momento sentí un anhelo intenso de ver a ese monje. Regresé a casa después de clases pero mi corazón y mi mente estaban con el monje. Luego de almorzar me escapé de casa para ver al monje. En el trayecto encontré a mi primo de 11 años. Él me preguntó a dónde iba y le conté lo del monje. Mi primo también se entusiasmó y decidió acompañarme. Llegamos a la casa y entramos. El monje estaba dando una charla sobre diversos temas. Yo no entendía nada pero me acerqué, y le dije que quería aprender a meditar. Él me miró y me respondió que regresara con mis padres. Así lo hice y fue mi primer contacto con Ananda Marga. Hablaban del Maestro pero no enseñaban ni la foto. Nadie sabía cómo era físicamente”.

En 1979 Chidrupananda tenía 18 años y Baba, recién salido de la cárcel, estaría en Calcuta (hoy Kolkata). Sintió que esa era la oportunidad para verlo: “Ver a Baba significaba estar entre miles de personas. Fui al hotel donde se hospedaba; traté de llegar a su habitación pero el personal de seguridad me lo impidió. Pedí una entrevista personal y me dijeron que no era posible. Entonces me quedé por el patio con la esperanza de ver a Baba en cualquier momento. Mi sorpresa fue cuando un discípulo pasó gritando mi nombre. Dije que era yo y no me creía. Por fin subí, Baba me abrazó y sentí un éxtasis inexplicable. Ese ha sido el acontecimiento más grande de mi vida…”

Cuenta Dada Chidrupananda que cuando Baba lo abrazó le dijo: “Tu no podías nacer, pero yo te necesitaba y naciste”. Como no entendió el significado de aquellas palabras, le preguntó a Baba, y él le sugirió que le preguntara a sus padres. El joven Chidrupananda quedó de una pieza cuando supo que su mamá intentó impedir la gestación en varias oportunidades. ¿Cómo podía saber algo tan íntimo?... “Baba parecía saber todo. No se le podía mentir”.

A partir de entonces Chidrupananda se encontraba con Baba, por lo menos cada tres meses. En 1981 se graduó en Filosofía y Letras y con título en mano decidió irse de su casa y formar parte del equipo de Baba. En enero de 1982 comenzó el entrenamiento, presentó su examen y fue aceptado sin mayores trabas. El primer encargo fue fundar orfanatos en los sitios más difíciles. “Cada orfanato tenía mínimo 10 niños y el más grande tenía más de 150”.

Chidrupananda asegura que Baba ha sido muy importante en su vida. Recuerda que él era muy violento cuando entró al monasterio “y cada vez que había alguna misión que implicara contacto humano Baba decía: Manden a Chidrupananda que él tiene un corazón de oro. A mí eso no me cuadraba pero poco a poco, sin darme cuenta, fui cambiando. Y todavía hay momentos que pienso en las palabras de Baba”.
Dada Chidrupananda sigue utilizando el atuendo anaranjado de Ananda Marga aunque se retiró de la organización en 1997: “Yo no quería ser monje; yo quería estar cerca de Baba y mi anhelo se cumplió. Después de su partida física no me sentí bien con ciertas normas y reglas de la organización, por eso decidí seguir mi vida espiritual en forma independiente”.

En 1980 Baba le habló sobre Venezuela a Dada Chidrupananda: Me dijo que los venezolanos tenían mucho amor. Se refirió a la cantidad de inmigrantes que el país había recibido. “Por eso me vine a Venezuela y he comprobado, una vez más, que Baba tenía razón”.

En el salón donde Dada Chidrupananda enseña yoga hay una silla de terciopelo rojo y sobre ella, una foto de Baba. “Esa fue la silla que utilizó cuando estuvo en Venezuela. En ese salón, frente a esa foto, el 30 de marzo de 2017, 110 personas meditaron y elevaron oraciones por la paz en Venezuela y en mayo, con cantos devocionales, recordarán el nacimiento de ese misterioso Maestro Tántrico que fue Baba Anandamurti. Este año la reunión será el domingo 29 de abril. Dada Chidrupananda lo celebrarán en México.

“Venezuela es un país bendito”

A finales de septiembre de 1979, libre de todo cargo, Baba Anandamurti decidió hacer una gira por tres lugares del mundo. Sur América era el destino más alejado de India. La entrada fue Jamaica, el 20 de septiembre de 1979, donde tuvo un encuentro con un grupo de discípulos estadounidenses, quienes junto a discípulos de Venezuela, hicieron gestiones para que Baba fuera invitado a Caracas.

Desde 1978 Ananda Marga tenía discípulos en Valencia, estado Carabobo y San Cristóbal, estado Táchira. Aparte de actividades de meditación, distribuían alimentos y medicinas en lugares de bajos recursos y en preescolares.

Argentina sería su segunda parada pero el gobierno del dictador Jorge Rafael Videla (2-8-1925 / 17-5-2013) daba largas al otorgamiento de visa. Ante la expresión de angustia de quien hacía los trámites, Baba respondió: “Sigue tratando, pero las posibilidades son pocas…”

El 24 de septiembre, Baba llamó al representante de Ananda Marga en Venezuela y le pidió que le gestionara para ese día su traslado de Kingston a Caracas. Todo el mundo a correr.

La primera posibilidad era Kingston-Miami-Caracas. Baba la rechazó de plano: “Mis pies no quieren pisar el suelo de Estados Unidos”. Llamaron a Caracas para explorar la posibilidad de un vuelo privado. De este lado de la línea exclamaron que eso era un dineral. Baba no daba tregua: “Espero una solución en 30 minutos”.

Antes de la media hora informaban que de Caracas salía un pequeño jet a las 7 de la noche y estaría en Kingston a las 11 de la noche aproximadamente. Cuando le dieron la buena noticia, Baba exclamó: “Ven que sí pudieron hacerlo”.

Cuando abordaban el pequeño avión ejecutivo, el piloto advirtió que la capacidad era de ocho pasajeros sin equipaje. El grupo era de once. El discípulo que servía de intermediario, viendo la preocupación del piloto, le informó a Baba lo que ocurría. Luego de escucharlo, Baba le dio unas instrucciones y se alejó.
Siguiendo lo indicado, el discípulo llamó al piloto y le dijo “¿Ves aquel hombre vestido de blanco…? Ese es Jesucristo y él será el piloto, tú serás copiloto… ¿Ves a los vestidos de anaranjado…? Esos son los apóstoles… De manera que el vuelo será bendecido, igual que tu vida, porque viajarás con Jesús y sus apóstoles”.

Posteriormente, el piloto y el copiloto afirmaron que nunca habían tenido un vuelo “tan sereno y fácil”.
Aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar pasada la media noche del 25 de septiembre de 1979. El presidente de Venezuela era el social cristiano Luis Herrera Campins (4-5-1925 / 9-11-2007).

Baba y su grupo se alojaron en Los Chorros, al este de Caracas, donde hay un hermoso parque con dos cataratas naturales. En sus momentos libres Baba visitó ese Parque, el Jardín Botánico y el Parque del Este.

En todos los lugares Baba sorprendía por sus conocimientos que parecían infinitos. En el Jardín Botánico, anexo a la Universidad Central de Venezuela, identificó especies de árboles, flores y frutos que para quienes lo acompañaban eran desconocidos.

En el Parque del Este se refirió a las dos variedades de elefantes que en ese momento existían en el mundo y a las características de cada uno. Habló de lagartijos, caimanes, leones, tigres y pájaros. Parecía una enciclopedia andante.

Faltando poco para su viaje Caracas-Alemania-India, Baba se dirigió a los discípulos que le servían de asistentes en su habitación: “Me gustaría decirles algo que mucho de ustedes se están preguntando: ¿Por qué vine a Venezuela? Lo hice porque a este muchacho -y señaló a uno de los discípulos- yo le prometí hace años en Manila, que algún día yo sería su huésped. Estoy cumpliendo mi palabra. Él sabe que yo cumplo mi palabra”.

Baba dio tres charlas durante su visita a Caracas: “Estratos de la vida humana” y “El Sendero de Salvación” el 25 de septiembre de 1979 y al día siguiente, “Éxito en la vida”.

El 27 en la tarde, mientras esperaban el vuelo de regreso, Baba dijo: “La visita a Caracas ha sido algo muy significativo. Venezuela es un país bendito que necesita buenos líderes políticos-espirituales. Si Venezuela logra producir líderes políticos-espirituales, no solo será país líder de América Latina sino del planeta.”.

Luego, dirigiéndose directamente a los discípulos venezolanos que lo acompañaban, hizo una exhortación: “Hijos míos, hijas mías. Tienen la misión de acelerar el proceso de crear líderes políticos-espirituales en Venezuela. Les dejo esa misión. Reciban mi bendición”.

Emocionados, los discípulos exclamaron: “Te amamos Baba”. A lo que respondió: “Yo también los amo mucho”... Han pasado 39 años de ese encuentro.

En 1990 Baba Anandamurti comenzó a sufrir problemas de salud, secuela del intento de envenenamiento. En agosto de ese año su actividad era más frenética que de costumbre. A cualquier hora del día o de la noche llamaba a los discípulos más cercanos para encargarles algún proyecto: “No solo deben estar preparados para morir mientras trabajan, también deben trabajar mientras mueren”.
El 21 de octubre de 1990, pasadas las 2 de la tarde, luego de revisar varios proyectos, le dijo a su asistente que se retiraría a descansar. Fue su descanso eterno. En 69 años de vida dejó cientos de miles de devotos discípulos, una organización global con centros y proyectos en casi todo el mundo, una filosofía social y espiritual, más de 200 libros de diversos temas y más de 5.000 canciones devocionales.
Enrique Rondón Nieto

“El futuro de la humanidad no es oscuro. Yo tengo fe en que los seres humanos van a buscar, y un día van a encontrar, esa llama inextinguible que permanece siempre ardiente tras el velo de las tinieblas”. (Anandamurti)

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Referecias:
Escrito de Enrique Rondón Nieto
Historias de un Maestro Tántrico, Devashish, Publicaciones Inner World, San Germán, Puerto Rico, 2014.
Bábá’s Love for South America, Spiritual Experiences with a Spiritual Master. Ananda Marga Publications, Sao Paulo, 1996, vol. 1, págs. 21 a 44
Entrevista a Dada Acharya Chidrupananda Avaduta, San Antonio de Los Altos, Venezuela, febrero 16 de 2017