El 12 de agosto de 2017, grupos radicales de la denominada “Supremacía Blanca”, en la ciudad de Charlottes-Ville en Virginia, Estados Unidos, provocaron una confrontación violenta que arrojó un saldo de tres muertos y cerca de 50 heridos. El fanatismo llegó al terrorismo cuando un vehículo conducido por uno de los extremistas atropelló deliberadamente a manifestantes antirracistas que denunciaban la presencia de estos grupos segregacionistas en la ciudad, causando desgracias humanas. El Hospital adjunto a la Universidad de Virginia confirmó una persona fallecida, y 19 heridas de consideración.

El presidente Donald Trump, dijo: “Condenamos en términos contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y de violencia… esto ha estado sucediendo por mucho tiempo, y no tiene cabida en Estados Unidos”.

La presencia del Ku Klux Klan, y los grupos neonazis se produjo como una protesta de estos sectores extremistas, por la decisión de quitar por parte de autoridades, una estatua del general Robert E. Lee, quien comandó las fuerzas sureñas, durante la guerra civil en los EEUU, quienes se oponían a la abolición de la esclavitud. La protesta de la “Supremacía Blanca” estuvo encabezada por David Duke, líder del Ku Klux Klan, entre otros reconocidos dirigentes de estas tendencias de supremacía y neonazis de EEUU. Otro líder de estos grupos extremistas, Jason Kessler fue el organizador del evento.
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