Mujeres del Muro luchan contra un tabú
Mujeres del Muro, es una asociación feminista judía con sede en Israel que lucha por el derecho a llevar encima los rollos de la Torá, a leer la Torá y a llevar las vestimentas religiosas al Muro de los Lamentos, también llamado Kotel.
En este grupo de oración, diversas mujeres rabinas se reúnen un día de cada mes, durante el Rosh Jodesh (el primer día del mes, según el calendario hebreo), en el Muro. El grupo ora tradicionalmente y está formado por mujeres que quieren leer la Torá y que visten el talit (manto de oración judío), las tefilín (filacterias) y la kipá, (gorra de oración judía).
Anat Hoffman, responsable de Mujeres del Muro, fue amenazada con ser acusada de crimen por su implicación en los actos de la asociación que se produjeron en diciembre de 2009. Mujeres del Muro reclaman que les permitan rezar en el Muro de manera no tradicional y fundamenta su posición en el derecho a la igualdad para las mujeres y el derecho a la libertad religiosa. Los opositores consideran que las integrantes de esta asociación actúan movidas por razones políticas y no religiosas. La comunidad ultraortodoxa está en contra de las mujeres que cantan en presencia de los hombres, que leen la Torá y que lleven las prendas tradicionalmente usadas por los hombres en el judaísmo ortodoxo.
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La mujer bíblicamente discriminada
En los primeros tiempos de acuerdo a distintas creencias y religiones estuvieron presentes Diosas como Hera, la esposa de Zeus y reina del Olimpo, o Afrodita, Diosa del Amor. Atenea, Diosa de la sabiduría, la estrategia y la guerra justa en Grecia, Baste, Nut, Isis, Gran diosa madre o Reina de los dioses, Sejmet en el Antiguo Egipto, fueron Diosas al igual que Artemisa, Gea, Pandora, Helena, Penelope, Selene, Medusa e Hipólita para los griegos, Venus, Diosa del Amor y del Romance, Vesta: Diosa del Fuego, Minerva, Diosa de la inteligencia, Diana, Diosa de la Virginidad, para los romanos, Freya, Gullveig, Nerthus, para los nórdicos, Lilit, en Mesopotamia, Coatlicue, Xochiquétzal, Chalchiuhtlicue, en México, Scatha, Scatha, Epona, entre los celtas, Guan Yin, en el Budismo, Yemayá, Oshun, Oya, en Africa, Ixchel, Ixtab, entre los mayas , Brigit en Irlanda, Ceridwen, de la civilización galesa, Samovila de la cultura vinca, Tiamat de los babilónicos, Deví, Sarasvati en la India, y Amaterasu en el Shintoísmo, para citar las más conocidas por la humanidad.
La extrema importancia de que multiples religiones hayan mantenido en sus creencias la existencias de distintas Diosas, junto a los Dioses masculinos, es que la mujer esta a la par del hombre como deidades. Lo cual no ocurre con las religiones abrahámicas que son los credos monoteístas que reconocen una tradición espiritual identificada con Abraham. El término es usado principalmente para referirse al judaísmo, cristianismo, catolicismo e islam. En estas religiones hay un solo Dios, presuntamente masculino y la mujer es dejada en un segundo plano.
Todo comienza con la creación, donde supuestamente Dios hizo al hombre, pero Eva sale de la costilla de Adán sugiriendo la dependencia de ella a él. A partir de allí las sociedades donde estas religiones son mayoritarias o determinantes, la mujer ha estado en minusvalía, discriminada y el algunos casos esclavizada...
La Mujer en la Religión
Ninguna de las mayores religiones tienen a una mujer como deidad o personificación mortal. La jerarquía de las religiones siempre ha estado dominada por hombres, y las interpretaciones de textos y símbolos siempre han excluido la perspectiva femenina.
Además, por regla general la mayoría de las religiones le prohíben a la mujer una serie de conductas que se les permite a los hombres.
Como sucede en el islamismo, en el hinduismo la mujer es ritualmente inferior. En el censo de 2011 de India, se encontró que por cada 100 mujeres hay 109 varones. Una de las razones que explica este fenómeno es que las mujeres abortan los fetos de sexo femenino. En las familias hinduistas, las hijas son indeseadas, ya que para casarlas el padre debe pagar una dote, y muchas veces este pago empobrece a la familia. Sin embargo esto es más una tradición cultural de la India que una sanción religiosa del hinduismo, igual que la ablación genital de mujeres en África no está prescrita ni por el islamismo ni por el cristianismo.