¿Por qué las religiones crearon el Purgatorio?
El Purgatorio es un concepto religioso muy polémico con especial presencia en la teología católica y la copta y se define como un estado transitorio de purificación y expiación. Es este sitio, según lo explican las iglesias que inventaron el purgatorio, después de la muerte, las personas fallecidas sin pecado mortal pero que han cometido pecados leves no perdonados, o graves ya perdonados en vida, pero sin satisfacción penitencial de parte del creyente, tienen que purificarse de esas manchas a causa de la pena temporal contraída para poder acceder a la visión beatífica de Dios.
Debido a que todo aquel que entra en el Purgatorio terminará entrando al Cielo tarde o temprano, el Purgatorio no es una forma de Infierno. Las plegarias a Dios por los muertos, la celebración de eucaristías y las "indulgencias" pueden acortar la estadía de una o varias almas que estén en dicho estado. Imagínese que usted pudiera comprar un certificado de la Iglesia por adelantado para obtener el perdón de un pecado que usted quisiera cometer, y que todavía no lo ha perpetrado. O, que después de haberlo consumado, no pagara ninguna pena porque comprara una “indulgencia papal”. Esta fue la política de la iglesia católica por un largo tiempo y que la llevó a la Reforma y al cisma de la Iglesia con Martín Lutero. Para los luteranos el purgatorio fue un invento del Vaticano para cobrarle a su feligresía oro y plata para quitarle años de castigo, o sencillamente ir directamente al cielo ya con sus pecados perdonados gracias a la compra a la Iglesia de unas cuantas "indulgencias".