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Incesto y Religion

El incesto (del latín incestus, es decir, '"incasto", "no casto") es la práctica de relaciones sexuales entre individuos muy próximos en consanguinidad (parentesco biológico o consanguíneo). Se califica de incesto en todas las culturas a las relaciones sexuales entre madres e hijas o hijos o entre padres e hijas o hijos o entre hermanos o hermanas, abuelos y nietas o nietos, abuelas y nietos o nietas y así todos los ancestros consanguíneos con sus descendientes (no importa el sexo del familiar, al fin siempre será incesto).

En muchas culturas también se consideran incestuosas las relaciones sexuales entre tíos o tías y sobrinos o sobrinas. Más relativamente poco justificado biológicamente, también se llega a considerar, en algunas culturas, incestuosas las relaciones sexuales entre primos y primas consanguineos. Por razones culturales, también se califican mucho más laxamente como incesto incluso las relaciones sexuales entre parientes políticos muy próximos (suegros y nueras o yernos, suegras y nueras o yernos y, en menor medida, cuñados y cuñadas).

A lo largo de la historia y en distintos ámbitos socioculturales, ha primado la prohibición del incesto y la búsqueda de nuevos vínculos de parentesco fuera del grupo social de origen (familia de orientación), si bien el grado de relación en el que quedan prohibidas varía según cada contexto. Esta regla se denomina exogamia, por contraposición a la endogamia.

Según el Tarifario de las Indulgencias, el incesto no solo se practicó en el principio de los tiempos como se relata en la biblia si no que también se seguía practicando aun después que se considerara un pecado.
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La antropología del parentesco ha estudiado la organización dual de la sociedad en distintas culturas primitivas para llegar a la conclusión de que los individuos han buscado tradicionalmente el acceso sexual a las mujeres fuera del grupo familiar. El concepto de organización dual de la sociedad hace referencia al agrupamiento de los seres humanos en al menos dos segmentos tribales rivales. Estos tendrían carácter clánico y sus linajes, en caso de poder establecer el nexo genealógico con un antepasado concreto, buscarían constituir una nueva relación social de amistad y de cooperación mutua mediante lo que se denomina matrimonio relación de afinidad o de alianza anteriormente aludida.

No obstante, se encuentran algunas excepciones históricas a la prohibición universal del incesto. Tenemos los casos de las monarquías del Antiguo Egipto. En todos los casos primaba una razón de Estado que se podía resumir en el intento de mantener concentrado el poder en una familia (dinastía); por esto, tales incestos solían ser a veces nominales y legalizados; tales incestos concluían frecuentemente con guerras dinásticas fratricidas.

Sin embargo, existen muy pocas culturas y sociedades en las que las relaciones pseudoincestuosas son una práctica social común y aceptada. No se tratan de verdaderos incestos sino de poliandrias, en las cuales una mujer puede tener a varios esposos y tales esposos han sido o son varones hermanos entre ellos (de hecho eso ocurre muy frecuentemente en todas las culturas, ya que una mujer puede haberse casado y tenido concúbito con un esposo o novio y luego con el hermano del mismo). Este es el caso del Tíbet, en donde varios hermanos pueden compartir a la misma esposa. En ese sentido, es posible hablar de aquel individuo relacionado con otro a través de la relación de filiación (patrifiliación, en el caso de la relación de un individuo varón o hembra con su padre biológico, y matrifiliación, en el caso de la relación entre un individuo varón o hembra con su madre biológica).

La gran mayoría de las legislaciones del mundo consideran, por alguna razón o tabú, el incesto como delito, aunque sea practicado con consentimiento mutuo entre mayores de edad. Las sanciones prescritas en este caso oscilan desde el castigo severo hasta el repudio social sin mayores consecuencias para el individuo.

Incesto surgido en familias matricéntricas por cuestiones de economía práctica

Aparte de las razones biológicas (centradas en los peligros de una genética endogámica), célebres antropólogos, como Claude Lévi Strauss, han observado que la interdicción o prohibición del incesto favorece el discurrir de la cultura merced a la exogamia:

El incesto muestra que el parentesco en todas las sociedades era matrilineal.

Las sociedades más antiguas de todas las regiones prohibieron el incesto por cuestiones de economía práctica: por la ventaja que suponía conseguir ayuda familiar e incorporar varones del exterior a la familia matricéntrica.

Fue precisamente la familia matricéntrica la que descubrió la gran ventaja que suponía incorporar varones del exterior, porque implicaba conseguir ayuda familiar, por lo que se convirtieron en exógamas.

Así que la exogamia por la que los pretendientes eran externos a la familia de la novia surgió exclusivamente por cuestiones de economía práctica de las sociedades matricéntricas, y la manera de llevarla a cabo era imponiendo la regla de prohibir relaciones sexuales entre parientes consanguíneos.

Explicación biológico-genética

Uno de los principales motivos agregados modernamente por la ciencia, reforzando la consideración de que el incesto continúe prohibido en muchas legislaciones, es que los seres humanos que nacen de relaciones incestuosas corren con cada nueva generación endógama un riesgo más alto de desarrollar problemas físicos hereditarios de haberlos y como producto de la transmisión de cuadros genéticos paralelos. El reducido cuadro genético heredado plantea que, como resultado del incesto, tras varias generaciones se reduce la variabilidad genética más flexible e ideal, que permite la diversidad de rasgos, y hace que se eleve el número de registros a elegir por azar con cada recombinación cigótica ante cambios externos sobre la especie para su supervivencia, por la incidencia entre individuos con relación de parentesco consanguíneo entre sí, tanto por vía lineal como por vía colateral. Por tanto, esta teoría biológica-genética apoya la idea de que las sociedades más primitivas se desarrollaron de manera exógama y no endogámica, como se ha creído erróneamente en el pasado.

Explicación por el CMH

Los recientes estudios de genética y psicología evolutiva con toda certidumbre indican que, entre los seres sexuados, los individuos machos y hembras de una misma especie suelen optar no solo por los más aparentemente aptos (por ejemplo, machos fornidos y en aves de plumajes llamativos y con excelentes expresiones de cortejo, o individuos fértiles de uno y otro sexo aparentemente más saludables), sino que un factor determinante para formar parejas (esto incluye al ser humano) para reproducirse es la exogamia por la inconsciente atracción sexual (en gran parte mediada por las feromonas) que provocan las diferencias del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) y selección sexual, ya que tales diferencias suelen inhibir repeticiones de genes alterados y al mismo tiempo favorecer la inmunidad de la prole.

Explicación psicoanalítica

Sigmund Freud abordó el estudio del incesto a través de la teoría psicoanalítica. Partía de la idea de que existía una "horda primitiva" promiscua en la que la rivalidad entre machos por el acceso sexual a las hembras provocó el recurso a la violencia y el homicidio dentro del propio grupo de parentesco. Inicialmente, en Totem y Tabú, Freud encuentra una primera explicación para la exogamia: el enfrentamiento entre individuos (especialmente varones) que pertenecían al mismo grupo sociofamiliar dio lugar a una aversión al incesto, no por el tipo de relación que constituye en sí, sino por la agresividad y las muertes (principiando por la del padre) ocasionadas dentro del propio grupo social.

Jacques Lacan sintetiza gran parte del trabajo de Freud y de Lévi-Strauss, y logra explicar el incesto desde un punto de vista estructuralista: Lacan concuerda con Freud, en el sentido de que el incesto es un impulso básico de la psique humana, ya que se encuentra en el inconsciente de todo ser humano (varón o hembra): volver a la unidad con la madre y quedar en el deseo de la madre; solo la intervención de quien cumple la función paterna evita tal alienación, y esto es el esquema del complejo de Edipo que impulsa, dramáticamente, a todos los individuos hacia la exogamia.

Análisis posteriores concluyen que una gran parte de las culturas comparten un aborrecimiento psicológico desarrollado hacia la práctica de relaciones sexuales o la tenencia de relaciones de parentesco adicionales entre individuos de la misma familia vinculados por otra relación de parentesco previa en la que los roles y rangos de cada miembro están fuertemente delimitados, al alterar las normas de conducta y dinámica de equipo cohesiva con nuevos lazos de afecto y consiguientes celos edípicos.

Explicación social

Otro de los aspectos destacados acerca del origen del incesto es el relacionado con la alteración de las relaciones sociales o de la armonía social entre familias.

Por una parte, el incesto traería consigo el retrotraimiento del grupo y el repliegue social sobre sí mismo. Al reducirse las relaciones de parentesco al seno intrafamiliar como elemento de autoperpetuación, se elimina la posibilidad de ampliar las redes sociales del grupo con otros grupos sociales. Ello puede ser especialmente negativo, dado que el establecimiento de una relación de alianza o de afinidad entre dos grupos sociales es la que se hace posible entre otras vías por medio del matrimonio. Ello da lugar a una ampliación de las redes sociales en caso de necesidad económica, conflicto territorial o búsqueda de apoyo por diversos motivos.

Respecto a la armonía intrafamiliar, se entiende que el incesto supone la confusión de los roles sociales e incluso la alteración de las relaciones jerárquicas dentro del grupo (por ejemplo, la ocupación del rol de padre y marido al mismo tiempo).

Cualquiera que haya sido la forma en que se haya originado o practicado la prohibición del incesto, en todo caso las relaciones sexuales o amorosas entre miembros de diferente sexo o del mismo, entre iguales o diferentes edades y entre diferentes clases sociales, sean familiares o no, estuvieron siempre supeditadas en inferior reconocimiento a la aceptación última de los padres o miembros superiores de la misma familia, los cuales hasta fechas muy recientes y aún en vigencia entre muchas sociedades decidían sobre los matrimonios y cualesquiera otras alianzas que hubiera entre dos individuos para reconocerlos como permanentes o temporalmente admisibles para el fondo y estructura social, y sujetos a un fuerte reconocimiento o rechazo por parte de estos. Aun no siendo miembros prohibidos, el sexo o el matrimonio como reconocimiento legal de éste ha sido siempre uno de los atributos sociales que más injerencia han recibido siempre los individuos miembros del mismo, mayor aún opresivamente cuanto menor valor social tuvieran como personas inferiores, libres o esclavos, y habitualmente de los adultos mayores sobre los más jóvenes.

Explicación demográfica

Las primeras poblaciones humanas de cazadores recolectores se caracterizaban por tener elevados índices de mortalidad, tanto entre la población adulta como entre la infantil. La precaria alimentación de esos grupos hacía que el período de lactancia de los neonatos y la dependencia respecto de la madre biológica fuera mucho mayor que en la situación actual.

Cuando los hijos tenían madurez sexual, sus madres ya eran hembras viejas y la esperanza media de vida rondaba como mucho en torno a los 30 años incapaces de engendrar más progenie. Debido a esto, los individuos jóvenes tenían que buscar el acceso sexual entre las mujeres externas a la propia familia.

La práctica de este hábito impuesto por la propia biología humana del momento impedía el incesto. Algunos autores clásicos, como Lewis Henry Morgan, John Ferguson McLennan o Johann Jakob Bachofen, hablan de un proceso de aprendizaje cultural por medio del cual el propio hábito de los individuos hizo que la práctica del incesto fuera dejada de lado.

Sin embargo, la práctica no necesitaría una supresión social tan estricta, puesto que no todas las relaciones sexuales se llevan a cabo con el objeto de tener descendencia y tienen como resultado, entre la mayor parte de los primates, resultados de afecto y lazos más reforzados que en los grupos de miembros tan reducidos y de mortalidad tan alta como entre los hombres del paleolítico.

Mitología e incesto
James Barry 001
Zeus y Hera, de James Barry.

Mitología griega

Edipo y Yocasta
Tiestes viola a su hija Pelopia, y de esa unión nace Egisto.
El mítico Adonis nació de la unión del rey Tías y su hija Mirra.
El dios Zeus tomó a su hermana Deméter, con la cual tuvo a Perséfone y a Yaco.

Mitología egipcia

Osiris e Isis

Medioevo

Arturo Pendragón (Rey Arturo) y Morgana Le Fay. De la unión del rey Arturo y de su media hermana Morgana nació Mordred.

Mitología guaraní
Tau y Kerana

Prácticamente en todas las mitologías existen relatos que refieren a un incesto primordial, el cual se resuelve a través de una interdicción (prohibición), ya que, por ejemplo, entre los griegos el incesto era asociado a la desmesura, a la falta de equilibrio.

Personajes históricos e incesto
Nero Agrippina aureus 54
Moneda con Nerón y Agripinila.

Antiguo Egipto

La dinastía ptolemaica y muchos de los faraones predecesores.

Roma Antigua

Varios emperadores han sido señalados por los historiadores clásicos de cometer incesto:
Nerón con su madre Agripina la Menor (o Agripinila)
Calígula con sus 3 hermanas: Agripinila, Drusilla y Julia Livia.
Cómodo de violar a sus hermanas.
Caracalla de tener comercio carnal con Julia Domna, su madre.

Europa Moderna

Dinastía Habsburgo.

El incesto en la Biblia

En la Biblia aparecen casos de incesto, como por ejemplo:

Cain y su esposa

"Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc".
Genesis 4:16-17

Cain fue el primer hijo de Adán y Eva, y Abel el segundo. En Génesis 4 relata cómo Cain asesina a su hermano y es enviado al este del Edén donde se casa con una mujer y se acuesta con ella. Como Adán y Eva eran los primeros humanos, de donde salimos todos, la esposa de Cain era entonces su hermana y por ende, todas las relaciones en el inicio de la Biblia eran incestuosas.

Orazio Gentileschi - Lot and His Daughters - WGA8588
Lot y sus hijas, óleo de Orazio Gentileschi.

El de las hijas de Lot con su padre alcoholizado:

"La mayor dijo a la pequeña: Nuestro padre es viejo y no hay ningún hombre en el país que se una a nosotras, como se hace en todo el mundo.

Ven, vamos a darle vino a nuestro padre, nos acostaremos con él y así engendraremos descendencia". En efecto, propinaron vino a su padre aquella misma noche, y entró la mayor y se acostó con su padre, sin que él se enterase de cuándo ella se acostó ni cuándo se levantó. Al día siguiente dijo la mayor a la pequeña: "Mira, yo me he acostado anoche con mi padre. Vamos a propinarle vino también esta noche, y entras tú a acostarte con él, y así engendraremos de nuestro padre descendencia." Propinaron, pues, también aquella noche vino a su padre, y levantándose la pequeña se acostó con él, sin que él se enterase de cuándo ella se acostó ni cuándo se levantó. Las dos hijas de Lot quedaron encintas de su padre".
Génesis 19, 31-36.

O el caso de Sara y su medio hermano Abrahám:

"A la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer".
Génesis 20:12

Sin embargo, la Ley de Moisés prohíbe explícitamente el incesto, en Levítico 18:8-18 y 20:11-21.

Darwins
Charles Darwin y su esposa Emma eran primos carnales.

Casamiento entre primos

El casamiento entre primos es un casamiento entre personas que poseen un abuelo en común o entre personas que comparten otro ancestro relativamente reciente. Distintas sociedades tienen diferentes posiciones con respecto a estas uniones. En algunas son considerados el tipo de unión ideal y como tales se los promueve, en otras, estas uniones son poco comunes aunque aun legales, mientras que en otras regiones se las considera uniones incestuosas y están legalmente prohibidas. Aunque en la actualidad se encuentran estigmatizados en el mundo occidental, los casamientos entre primos son frecuentes en el Medio Oriente, donde en algunas naciones casi la mitad de todos los casamientos son entre primos, por ejemplo Albania. A nivel mundial uno de cada diez casamientos se realizan entre primos carnales o segundos.

Un tipo de casamiento entre primos que ha sido permitido en muchas culturas es el casamiento cruzado entre primos. Este tipo de casamiento era común en el pasado en las tribus aborígenes de Australia, América del Norte, Sur América y Polinesia. Mientras que algunas religiones han llegado a prohibir el casamiento entre primos de grado seis o grado de parentesco más cercano, otras no ponen reparos al casamiento entre primos carnales. El casamiento entre primos es un tema importante analizado por la antropología y la teoría de la alianza.

Los hijos de casamientos entre primos carnales poseen el doble de riesgo de tener desórdenes genéticos (aunque los científicos argumentan que el valor del seis por ciento es aun relativamente reducido, comparado con el riesgo del tres por ciento que poseen los hijos cuyos padres no se encuentran genéticamente relacionados entre si). Algunos que están a favor del casamiento entre primos en Occidente consideran a las prohibiciones legales una forma de discriminación, mientras que los opositores a veces apelan a argumentos morales o de otro tipo.

Estados Unidos

El matrimonio entre primos fue legal en todos los estados anteriores a la Guerra Civil. Según el profesor de antropología de Kansas, Martin Ottenheimer, los principales objetivos de las prohibiciones matrimoniales fueron mantener el orden social y defender la moral religiosa y salvaguardar la creación de descendencia sana. En efecto, autores como Noah Webster (1758-1843) y ministros tales como Felipe Milledoler (1775-1852) y Joshua McIlvaine ayudaron a sentar las bases de dichos puntos de vista mucho antes de 1860. Esto condujo a un cambio gradual en la preocupación por las uniones afines, de la unión entre un hombre y la hermana de su difunta esposa, a las uniones consanguíneas. Por la década de 1870, Lewis Henry Morgan (1818-1881) escribió sobre "las ventajas de matrimonios entre personas no relacionadas" y la necesidad de evitar "los males del matrimonio consanguíneo", lo cual permitiría "aumentar el vigor de la cría". Para muchos, incluido Morgan, el matrimonio entre primos, y más específicamente el matrimonio entre primos carnales, era un remanente de una etapa primitiva de la organización social humana. El mismo Morgan se había casado en 1851 con la hija de su tío materno en 1851.

En 1846 George N. Briggs Gobernador de Massachusetts nombró una comisión para estudiar "idiotas" en el estado, y este estudio identifico al matrimonio entre primos como uno de los factores responsable de la idiotez. En las dos décadas subsiguientes, numerosos informes (por ejemplo, uno del Asilo de Sordos y Mudos de Kentucky) aparecieron con conclusiones similares: el matrimonio entre primos a veces resultaba en sordera, ceguera, e idiotez. Tal vez el más importante fue el informe que el médico Samuel Merrifield Bemiss preparo para la Asociación Médica de Estados Unidos, en el que concluyó "que la multiplicación de la misma sangre mediante endogamia conduce, fuera de toda duda, a la depravación física y mental de los descendientes ". A pesar de que esta aseveración fue contradicha por otros estudios como los de George Darwin y Alan Huth en Inglaterra y Robert Newman, en Nueva York, las conclusiones del informe fueron ampliamente aceptadas.

Estos eventos hicieron que 13 estados y territorios aprobaran legislaciones prohibiendo el casamiento entre primos durante la década de 1880.

George Louis Arner, en 1908, consideró que la prohibición era un método torpe y poco efectivo para mejorar los rasgos genéticos, que él consideraba sería reemplazado eventualmente por técnicas más refinadas. Ottenheimer considera que las prohibiciones son "algunas de varias reacciones ante el temor a que la sociedad norteamericana pudiera degenerarse”. Durante este periodo, hasta mediados de la década de 1920, la cantidad de prohibiciones se había más que duplicado. Desde entonces, los únicos tres estados que han adherido a esta prohibición han sido Kentucky en 1943, Maine en 1985, y Texas en 2005. Por unanimidad, la Conferencia Nacional de Comisionados para la Uniformidad de las Leyes Estatales (NCCUSL sus siglas en inglés) recomendó en 1970 que todas estas leyes fueran derogadas, recomendación que no se ha cumplido.

Europa

Únicamente Austria, Hungría, y España prohibieron los matrimonios entre primos durante el siglo XIX, sin embargo, en los dos últimos países mencionados era posible solicitar dispensas de dicha prohibición. Durante siglos el casamiento entre primos carnales fue bastante común en Europa, pero durante el siglo XIX esta práctica comenzó a caer en desuso cuando las mujeres comenzaron a tener mayor movilidad social. En 1875 George Darwin estimó que el matrimonio consanguíneo en Inglaterra representaba 3.5% de los matrimonios en la clase media y 4.5% de los matrimonios en la nobleza, aunque las cifras disminuyeron a valores inferiores a 1% durante el siglo XX. Un ejemplo prominente era el caso de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto.

El debate académico que tuvo lugar durante el siglo XIX sobre el casamiento entre primos se desarrolló de manera diferente en Europa y en Estados Unidos. Los escritos de Arthur Mitchell el vice-comisionado escocés para lunatismo sosteniendo que el matrimonio entre primos tenía efectos dañinos sobre la descendencia contradecía en gran medida las posturas de investigadores tales como Alan Huth y George Darwin. En efecto, los propios datos de Mitchell no confirmaban sus hipótesis y posteriormente indicó que era posible que los peligros de la consanguinidad pudieran ser compensados en parte por unas condiciones de vida sana. Estudios posteriores realizados por George Darwin encontraron que los efectos eran mucho menores, lo cual se aproxima en gran medida a las estimaciones actuales. Inicialmente su padre, Charles Darwin, había especulado que era probable que el matrimonio entre primos pudiera representar riesgos importantes, pero tal vez teniendo en cuenta los trabajos de su hijo, estas ideas fueron omitidas en la última versión del libro en el que las había expresado. Cuando se analizó la conveniencia de incluir en el censo de 1871 una pregunta relacionada con el matrimonio entre primos, según George Darwin la misma fue descartada "entre risas de los parlamentarios, argumentando que no era el objetivo del censo satisfacer la curiosidad de los filósofos."

Algunos estudios han determinado que los casamientos entre primos carnales y casamientos incestuosos más cercanos (hermanas y hermanos) eran legales en la antigua Roma por lo menos desde la segunda guerra púnica (218-201 a. C.), hasta que fueron prohibidos en el 381 por el emperador cristiano Teodosio I en Occidente, y luego de la muerte de Justiniano (565) en Oriente, pero que no es fácil estimar cuál era la proporción de este tipo de uniones. El antropólogo Jack Goody expresó que el matrimonio entre primos era una práctica común en Roma, basado en los matrimonios de cuatro hijos del Emperador Constantino con sus primas carnales y en lo que considera las dudas en cuanto a lo correcto de los escritos de Plutarco y Livio indicando la proscripción del matrimonio entre primos a principios de la República.

Sin embargo los profesores Brent Shaw y Richard Saller, afirman lo contrario en un análisis mucho más detallado, indicando que los casamientos entre primos nunca fueron habituales o preferidos en el imperio occidental: por ejemplo, en una de las seis stemmata (genealogías) de los aristócratas romanos en los dos siglos posteriores a Octaviano, de 33 matrimonios ninguno fue entre primos carnales o segundos. Shaw, Saller y Goody están de acuerdo en que este tipo de matrimonios no tenía aparejado un estigma social a finales de la República y principios del Imperio. Citan el ejemplo de Cicerón cuando ataca a Marco Antonio, quien se casó con la hija del hermano de su padre, y hacen notar que si Cicerón hubiera podido atacar a Marco Antonio utilizando este argumento con seguridad lo hubiera usado. El ataque en cambio estuvo exclusivamente orientado en contra del divorcio de Marco Antonio.

Shaw y Saller proponen en su tesis sobre la baja tasa de matrimonios entre primos que en la medida que familias provenientes de distintas regiones se incorporaban a la nobleza imperial romana, la exogamia era necesaria para acogerlos y evitar desestabilizar la estructura social romana. Sus datos sobre la base de información recogida en lápidas indican que en la mayoría del imperio occidental, los casamientos entre primos paralelos tampoco era una práctica usual entre el pueblo. España y el antiguo reinado de Noricum eran excepciones a esta regla pero aun allí los porcentajes no superaban 10%. Además indican que dado que las propiedades pertenecientes a la nobleza por lo general se encontraban fragmentadas, el mantener los bienes en la familia no era un concepto que ofreciera ventajas significativas, comparado con adquirirlo mediante casamientos fuera del clan familiar.

Jack Goody sostuvo que las primitivas reglas de casamiento cristiano imponían un cambio significativo con respecto a las normas previas para denegarle a los descendientes acceso a la riqueza y por lo tanto aumentar las probabilidades que aquellos con riquezas legaran sus propiedades a la Iglesia. Sin embargo Shaw y Saller, creen que las propiedades de los aristócratas sin herederos anteriormente pasaban al dominio del Emperador, y que la Iglesia meramente reemplazaba al Emperador. Su punto de vista es que las prohibiciones cristianas en contra del casamiento entre primos estaban más motivadas por razones ideológicas que por un deseo consiente de adquirir riqueza.

En el árbol familiar de la familia Julio-Claudia muestra algunos ejemplos prominentes de matrimonios entre primos en la antigua Roma. Uno de ellos es el casamiento de la hija de Octaviano con el hijo de la hermana de Octaviano. Marco Aurelio también contrajo matrimonio con Faustina la Menor su prima carnal por lado materno, y tuvieron 13 hijos. El casamiento entre primos era más frecuente en la antigua Grecia, allí inclusive estaban permitidos los casamientos entre tío y sobrina. Un ejemplo de ello es el rey Leónidas I de Esparta, quien se casó con su media sobrina. Cuando una mujer griega se convertía en epikleros, o heredera sin hermanos, si es que ella no estaba casada y había dado a luz un descendiente masculino, estaba obligada a casarse con el hombre con parentesco más cercano por su rama paterna. El primero en la línea para casarse con ella era o bien un hermano de su padre o sus hijos, seguidos por los hijos de las hermanas del padre. Según Goody, el casamiento entre primos estaba permitido en la nueva Irlanda cristiana y presumiblemente también en la Irlanda pre-cristiana, donde una heredera estaba obligada a casarse con un primo por rama paterna. A partir del siglo VII la iglesia irlandesa declaró relaciones prohibidas las entre parientes con grado de parentesco cuatro o menor, y la ley civil inclusive menos. Esta posición perduró hasta luego de las conquistas normandas en el siglo XI y el sínodo en Cashel en 1101.

En cambio, la ley inglesa contemporánea estaba basada en una política oficial católica, y a menudo la clerecía anglo-normanda se manifestaba disgustada con la "ley de fornicación" irlandesa. Finalmente, Edward Westermarck afirma que el casamiento entre los antiguos teutones aparentemente estaba prohibido solo en las líneas ascendentes y descendentes y entre hermanos. El casamiento con primos carnales también era frecuente entre los italianos del sur, en efecto a comienzos del siglo XX en las zonas rurales de Sicilia los casamientos entre primos representaban casi el 50% del total.

Medio Oriente

El casamiento entre primos ha sido permitido en el Medio Oriente a lo largo de toda la historia registrada. Los antropólogos han debatido sobre el significado de la práctica; algunos la consideran una parte esencial del sistema de parentescos del Medio Oriente mientras que otros hacen notar que las relaciones de matrimonios entre primos han variado de manera notable entre diferentes comunidades del Medio Oriente. Existe muy escasa evidencia numérica sobre cuáles fueron las relaciones de matrimonios entre primos en el pasado.

El etnógrafo, historiador y orientalista Raphael Patai (1910 - 1996) indica que en la zona central de Arabia no parece que haya habido un relajamiento del derecho de un hombre sobre la hija de su hermano en los cien años anteriores a sus investigaciones realizadas en 1962. En este caso la joven no es obligada a casarse con su ibn 'amm pero no puede casarse con otra persona a menos que él de su consentimiento. La fuerza de la costumbre se puede observar en un caso ocurrido en Jordania cuando el padre arregló el casamiento de su hija con una persona de afuera del clan sin solicitar el consentimiento del ibn 'amm. Cuando la procesión matrimonial con la novia se dirigía a la casa del novio, apareció de improviso el ibn 'amm, atrapó a la joven, y la obligó a meterse en la casa de él. Todos consideraron que este proceder correspondía a un casamiento de acuerdo a la ley.

Tradicionalmente en Irak se ha respetado el derecho del primo, y una joven que rompe la regla sin el consentimiento del ibn 'amm puede terminar asesinada por él. Se ha estimado que durante el siglo XIX en la ciudad Siria de Alepo la relación de matrimonios entre primos entre los miembros de la élite alcanza el 24%, un número con grandes variaciones: mientras que algunas familias destacadas contabilizaban uno o ningún matrimonio entre primos, en otras 70% de los matrimonios era entre primos. Los matrimonios entre primos eran más frecuentes en familias de comerciantes, y familias tradicionales con poder.

Endogamia

Se denomina endogamia al matrimonio, unión o reproducción entre individuos de ascendencia común; es decir, de una misma familia, linaje o grupo (religioso, étnico, geográfico). Si el matrimonio se realiza entre individuos de la misma clase social se denomina homogamia. Las bodas entre hermanos, o padres e hijos, son incesto, y no se consideran formalmente endogamia (suelen ser tabú en casi todas las sociedades), sin embargo, las bodas entre primos o familiares lejanos sí son consideradas endogámicas. Asimismo, se entiende como comportamiento endogámico, el rechazo a la incorporación de miembros ajenos a un grupo social en particular.

Endogamia religiosa

Dentro del islam, las bodas consanguíneas (entre primos) son práctica común. Según el historiador, demógrafo, sociólogo y politólogo francés Emmanuel Todd, en la esfera turca la tasa de endogamia estaría en 15%; en el mundo árabe, en torno a 25% y llegaría a cerca de 50% en Pakistán. Esta práctica es exportada a los lugares donde emigran dichas poblaciones; así, un estudio ha revelado una tasa de bodas entre primos de 70% entre paquistaníes emigrados a Gran Bretaña (ciudad de Bradford). El Islam, también se opone a las bodas interconfesionales.

Por otro lado, en el judaísmo tradicional no se contemplaban las bodas interreligiosas. Esto cambió a medida que los judíos se asimilaban. Hoy en día, las bodas interreligiosas representarían 50% de las bodas de personas de ascendencia judía en EE UU. Sin embargo, en Israel, al carecer de matrimonio civil, las bodas interreligiosas deben celebrarse fuera del país.

¿El incesto es pecado?

Los escolares religiosos dicen que Dios suspendió las leyes sobre el incesto en los primeros días del hombre para poder asegurar que este se esparciera por la tierra. En muchos casos, los relatos no son simples casos de procreación. Sin embargo en la edad media también se seguía permitiendo tanto así que por medio de las indulgencias se podía cancelar una suma de dinero por "tal pecado" como lo refiere la gula papal en los siguientes artículos:

1. El eclesiástico que cometiere un pecado carnal, con monjas, ya con primas, sobrinas o ahijadas suyas, o en fin, con cualquiera mujer, será absuelto, con el pago de 67 libras, 12 sueldos.
5. Los sacerdotes que vivan en concubinato con sus parientes, pagarán 76 libras, 1 sueldo.
6. Para el pecado de lujuria cometido por un laico, la absolución costará 27 libras, 1 sueldo y para los incestos se añadirán en 4 libras.
7. La adúltera que quiera absolución para estar libre de todo castigo y tener amplias dispensas para proseguir sus relaciones ilícitas, pagará al papa 87 libras, 3 sueldos. Igual, el marido pagará similar suma, y si hubiesen cometido incestos con hijos añadirán en conciencia 6 libras.

Estos eran algunos de los pecados y precios del Tarifario de las Indulgencias, los cuales nos dejan ver que el incesto no solo se practicó en el principio de los tiempos como se relata en la biblia si no que también se seguía practicando aun después que se considerara un pecado.

Hoy en día hay muchas legislaciones que lo prohíben y lo ven como una aberración sexual, pero también hay muchos, que debido a su cultura, lo practican y lo consideran algo normal y parte de su creencia. En Diosuniversal respetamos todas y cada una de las opiniones que se den en torno a este polémico tema.



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Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Incesto
https://es.wikipedia.org/wiki/Casamiento_entre_primos
https://es.wikipedia.org/wiki/Endogamia
http://www.diosuniversal.com/Conceptos/El-gran-negocio-de-la-Iglesia-Las...
https://www.youtube.com/

Fotos:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jan_Massys-Loth_et_ses_filles_IM...
https://commons.wikimedia.org/wiki/Main_Page



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