Grafología: ¿La escritura desnuda el alma?
La grafología es el examen de manuscritos, mediante el cual, se podría lograr la descripción de la personalidad de un individuo y su características generales del carácter, su equilibrio mental (e incluso fisiológico), la naturaleza de sus emociones, su tipo de inteligencia y aptitudes profesionales. Además, según algunos grafólogos, serviría para diagnosticar el grado de salud o enfermedad física y mental.
Aunque sus defensores se apoyan en indicios anecdóticos, la mayoría de los estudios empíricos realizados no han sido capaces de confirmar la validez de sus afirmaciones. Por ello, generalmente es considerada una pseudociencia (ver el apartado "juicio de la grafología").
No debe confundirse grafología con la caligrafía forense, peritaje caligráfico o grafoscopia, una disciplina utilizada en criminalística con el propósito de comparar escritos y determinar la autenticidad de la firma de un documento. Entre las técnicas utilizadas en estos casos tenemos el análisis de tinta, papel o tipo de máquina de escribir. La caligrafía forense está aceptada judicialmente, con fines periciales de identificación de individuos.
Según un estudio realizado por el Instituto de Ciencias del Grafismo, España 2004, la grafología es utilizada en 90% de los departamentos de recursos humanos, donde analizan la escritura de los entrevistados, especialmente cuando se trata de cargos de alta responsabilidad.
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Principios Básicos
Según la Grafología, cuando redactamos un manuscrito el ego está activo, esta actividad puede aumentar o disminuir; estaría en su nivel más alto cuando se necesita un esfuerzo de parte del escritor y disminuiría cuando la acción de escribir es parte de una costumbre.
Edad Moderna
Huarte de San Juan (1529-1588) Médico y filósofo español. En su obra Examen de ingenios para las ciencias (1575), menciona “la diferencia de habilidades en los hombres, y el género de letras que a cada uno le corresponde en particular”. Se trata de una obra precursora de la psicología diferencial, la orientación profesional y la eugenesia. También hace interesantes aportaciones a la Neurología, Pedagogía, Antropología, Patología y Sociología. El filósofo Próspero Aldorisius publicó en 1611 su obra Idengraphicus Nuntius en la que explicaba cómo analizar una grafía. En esa obra el autor expuso una serie de axiomas relativos a la "Idengrafía", término con el que acuñó su disciplina. En 1625 se publicó la obra de Camillo Baldi (o Baldo, según otras fuentes) Trattato, Come Da Una Lettera Missiva, Si Conoscano La Natura, e qualità dello Scrittore, considerado el primer tratado grafológico de importancia histórica y ha sido detenidamente estudiado por el especialista estadounidense Robert Backman.
Siglos XIX y XX
En el siglo XIX, destacan los estudios del Abate Flandrin y de su discípulo Jean Hippolyte Michon. Tras años de investigación, Michon estableció las primeras reglas, y publicó Sistème de grafologie en 1871. Por eso, se le considera el padre de la grafología moderna.
Casi a comienzos del siglo XX Crepieux Jamin la sistematizó y perfeccionó. Publicó ABC de la Grafología (1930) donde elabora un listado de especies gráficas y de cada una hace una minuciosa descripción, muestra su relación con la personalidad y las ejemplifica con varios escritos de personas conocidas, como Rousseau, Montesquieu y Beethoven. Considera la escritura como un todo, por lo que no se pueden interpretar las características del grafismo de forma aislada sin atender al conjunto. Considera que las variables gráficas han de interpretarse interrelacionándose entre sí. Introduce el concepto de ”armonía” relativo al equilibrio de los rasgos gráficos, que interpreta como indicador de equilibrio de la personalidad. Clasifica las características gráficas en géneros, especies y modos y establece un conjunto de leyes y principios que en gran medida siguen siendo usados por los grafólogos actuales. Otros libros suyos son el Tratado Práctico de Grafología y La Escritura y el Carácter.
La escuela alemana
Rudolf Pophal (1893-1966). Médico especializado en neurología. Su deseo de dar a la grafología una base científica le llevó a la búsqueda de localizaciones cerebrales del movimiento gráfico y a hipótesis sobre estructuras cerebrales que descubrimientos posteriores han descartado. En cualquier caso, sus estudios y conclusiones resultan de gran valor. Su aportación básica son “Los grados de tensión dureza” que abarcan seis posibilidades, I, II, III, IVa, IVb y V, entendiendo que el III es el más equilibrado, aunando firmeza de presión y control del movimiento. Los grados de tensión dureza que se clasifican según el grado de tensión motora, se interpretan psicológicamente ofreciendo rica información sobre la actitud vital del escritor. Defiende que la fisiología del movimiento nos enseña que la acción de la energía limita la rapidez de los movimientos por ello entiende que las formas de tensión (presión y rigidez) reducen la extensión de los movimientos; así, una débil tensión estimula la motricidad gráfica, una tensión media la acelera, fuerte la reduce, el grado máximo la perturba o inhibe. Por otro lado, la presión sería el apoyo o fuerza que se ejerce sobre la superficie gráfica, frenando la velocidad. Una tensión y una rapidez medianas constituyen pues la condición motriz óptima.
Robert Heiss (1903 -1971) Afirma que todo método que pretenda ser científico debe aclarar esencialmente dos cosas: el objeto del estudio y el principio operativo del que se vale. Observa la escritura desde tres aspectos: el movimiento que utiliza el espacio para conseguir finalmente la forma que está presente desde el comienzo del proyecto. Los tres están estrechamente enlazados pues la escritura no es un mosaico de rasgos sino un conjunto dinámico donde cada detalle tiene sentido en el conjunto.
Aconseja tres etapas para el estudio de la escritura: primero una mirada, libre y disponible sobre el conjunto que nos hace percibir la fuerza o debilidad del grafismo, su pobreza o riqueza (la totalidad de la personalidad). Después, observar la escritura desde los tres ángulos y luego la interdependencia entre todos ellos. Su obra más conocida, Grafología Diagnóstica, cumple esencialmente dos funciones: recoger lo esencial de los métodos de Klages, Crépieux-Jamin, Pophal, Heiss, Pulver, entre otros, con comentarios y críticas personales, de forma clara y completa.
Su enfoque de la escritura comprende clasificar las variables: las analíticas valoradas en siete posibles grados y las de conjunto: relación forma/movimiento, grados de tensión, ritmo, grado de originalidad y homogeneidad. La interpretación de estas variables globales es la llave del sistema de Müller y Enskat y la parte de su trabajo que sitúa lo mejor de sus concepciones de la escritura y de la grafología
Siglo XX
La utilización de la grafología hoy en día, según un estudio de 2004 realizado en España por el Instituto de Ciencias del Grafismo, se da en los departamentos de recursos humanos, donde 90% de estos departamentos analiza la escritura de los entrevistados, especialmente cuando se trata de cargos de alta responsabilidad.
Descripción de la disciplina
Max Pulver (1889-1952), autor de tres libros de grafología, desarrolla el simbolismo del espacio aplicado a la escritura, denominado también campos gráficos y vectores gráficos. Se denomina campo gráfico al espacio físico sobre el cual podemos escribir, pudiendo ser un cuaderno de páginas rayadas o cuadriculadas, una hoja de papel sin renglones marcados o sea lisa, un pizarrón y hasta un mantel, o servilleta. Si establecemos el centro del campo gráfico y luego lo dividimos con dos líneas imaginarias que se cruzan, obtendremos cuatro partes iguales, y la representación simbólica de lo que llamaremos " vectores gráficos ". El punto central o intersección de los vectores es la representación de lo emocional, es el plano de la sensibilidad, el amor, la justicia aplicada a los sentimientos y la sensibilidad aplicada a la vida misma.
El vector situado a la izquierda indica percepción, es la representación de la figura de la madre, la regresión al vientre materno, el temor, la inhibición, la timidez, la represión, el egoísmo, el egocentrismo, la contemplación del pasado.
El vector situado a la derecha indica intuición, es la representación de la figura paterna, la proyección del porvenir, la extraversión, la creación, la proyección, la audacia, el coraje, la visión del futuro.
El vector situado hacia arriba indica pensamiento, la conciencia, el misticismo, la utopía, la espiritualidad, la religión, la exaltación, el idealismo, y la ambición de poder.
El vector situado hacia abajo indica sentimiento, las necesidades sexuales, la excitación, los goces, el inconsciente, las tendencias y deseos de lo material, la motricidad o trabajos del cuerpo con movimientos físicos.
Del mismo modo que podemos dividir y medir el campo gráfico lo podemos hacer con las letras, cruzándolas también con los vectores y observando de esa manera una parte de la personalidad de quien está siendo estudiado y podremos decir si se trata de un soñador, místico (si predomina la zona superior), si es más materialista, concreto (si predomina la zona inferior), si le importa mucho la opinión familiar, o es tímido (zona izquierda), o al contrario es más extravertido, mira siempre al futuro (zona derecha), o si vive el aquí y ahora y sólo se concentra en sí mismo (zona media).
Se ha pretendido usar la grafología como método para descubrir la personalidad de un individuo, tras los rasgos en la forma de escribir. Mucho de lo que la grafología pudiera aportar en dicha descripción se basa principalmente en la dirección que el escritor da a su manuscrito. Investigadores del tema entran en controversia ya que muchos aseguran que es un método efectivo que permite deducir el carácter emocional de la persona. A pesar de los pros y contras para dicho método en la descripción de las características acerca del equilibrio mental o sicológico, muchas compañías llegan a utilizarlo como método de selección del personal, lo que no está libre de polémica.
Juicio de la grafología
Aunque la grafología gozó de cierto apoyo en la comunidad científica antes de mediados del siglo XX, los estudios más recientes han dado como resultado una nula capacidad de la grafología de describir la personalidad o predecir el rendimiento laboral. Por ello, es generalmente englobada dentro de la categoría de pseudociencias.
Críticas
Es cierto que la escritura de cada persona acostumbrada a escribir es característica y estable. De hecho, no es difícil reconocer la escritura de una persona conocida cuya escritura se ha visto antes, teniendo incluso la firma de una persona valor legal. Aunque uno se lo proponga, resulta difícil cambiar ciertas características de la propia escritura. Sin embargo, a pesar de esos hechos no existe demostración alguna de la afirmación de que exista una correlación estable y constante entre los rasgos de la escritura de una persona y sus rasgos de personalidad.
Los críticos del uso de la grafología argumentan que la falta de evidencia empírica es una razón suficiente para no atribuirle validez fáctica alguna a la grafología. Entre las críticas concretas se pueden mencionar:
No sigue los postulados del método científico: la evidencia en la que se basa es exigua, informal, poco sólida y completamente desproporcionada en relación con el pretendido alcance de sus conclusiones. Sus resultados son difíciles de falsar, o incluso imposibles, en el sentido popperiano. Dean (1992), al estudiar la visión de la ciencia verdadera sobre esta cuestionada disciplina, demuestra que cuanto más compleja y exhaustiva es la revisión por pares de la que han sido objeto, cuanto más elevada es la reputación del medio publicante y cuanto más sólida la formación y antecedentes de los autores y revisores intervinientes, tanto más categórico es el rechazo a los fundamentos que basan a la grafología.
Particularmente susceptible al Efecto Barnum, el cual supone una dificultad añadida en todos los métodos que buscan la determinación objetiva de la personalidad. Véase, por ejemplo Tallent (1958) sobre las deficiencias de base de tales estudios y cuán fácilmente estos pueden perder la capacidad individualizadora que pretenden garantizar.
Doble ciego. Muchos de los estudios estadísticos de los grafólogos no son Doble ciego, esta crítica está relacionada con la crítica que incluye el Efecto Barnum en ella. Los estudios que sí son doble ciego demuestran la ineficacia de la grafología.
Dependencia del tamaño de la muestra. Su grado de validez es altamente dependiente del tamaño de la muestra: las probabilidades de falla en el diagnóstico se dan en relación inversa a la cantidad de individuos en el grupo relevado. Sobre este particular, véase el "paper" de Dean (1992) El autor enumera y describe los errores de diseño experimental, metodología y determinación de las premisas base cometidos por los grafólogos en los que basó su investigación.
Empleo de principios de pensamiento alegórico. Esta forma de falsa causalidad establece, por ejemplo, que un espaciado extenso entre dos letras cualesquiera muestra un carácter "retraído y aislacionista". De una mujer que escribe su apellido de soltera en letras ligeramente mayores que el de casada se deduce que "está siendo infiel a su marido". Alguien que escribe en letras grandes debe, desde luego, "pensar en grande". Quien varía el tamaño de su letra en mitad del párrafo tiene una "personalidad impredecible". Estas relaciones de causalidad no son exclusivas de la grafología, sino que caracterizan a buena parte de los métodos de determinación de la personalidad.
Carencia absoluta de estandarización: es común que cada practicante forme su propio esquema analítico. Mientras que algunos conceptos son de uso común, existen disputas muy marcadas sobre el supuesto significado de la mayoría de los signos. Por ejemplo, un determinado rasgo interpretado por un analista como revelador de un comportamiento sádico es por el contrario visto por otro grafólogo como propio de un individuo bromista.
Vaguedad del diagnóstico: uno de los puntos más débiles de esta disciplina es la facilidad con la que el grafólogo puede alterar las reglas de inferencia a fin de arribar al diagnóstico que considera más probable de coincidir con la realidad esperable. Formnivieau, por ejemplo, interpreta un determinado signo como positivo o negativo dependiendo del estatus del individuo.
Carencia de un cuerpo de datos de suficiente volumen que permita justificar las aseveraciones de causalidad entre la ocurrencia de los signos y sus manifestaciones en la psiquis. Debido a su evolución histórica fragmentaria, a su nulidad metodológica y a su resistencia a desarrollar una sistematización propia de las ciencias verdaderas, la grafología ha renunciado a acumular un volumen de información empírica que siquiera permitiera insinuar que tales relaciones causa-efecto pudieran existir.
Más de 200 estudios científicos han demostrado la inexistencia de asociación alguna entre la personalidad de un individuo y sus rasgos de escritura. Se ha sugerido que cualquier aparente capacidad de la grafología para adivinar el carácter se basa en la difusa información de género y posición social naturalmente implícitas en la forma y trazado de las letras. En 17 estudios científicos sobre el uso de la grafología en ámbitos empresariales, se ha demostrado la completa inutilidad de esta técnica para predecir el rendimiento laboral de los candidatos. En su investigación, Rafaeli y Klimoski (1983) no encontraron evidencia alguna de validez en la grafología para predecir el éxito en vendedores.
La Sociedad de Psicólogos Industriales de Holanda consideró 2.250 diagnósticos grafológicos y concluyó que la grafología como método es altamente cuestionable y con mínima probabilidad de valor práctico.
King y Koehler reunieron a un grupo de voluntarios sin conocimiento alguno sobre grafología, y les pidieron que intentaran determinar la personalidad de diversos redactores (a quienes no conocían) basándose en sus escritos. La coincidencia de sus diagnósticos con los de grafólogos profesionales fue asombrosa, no sólo en los resultados concretos sino en la metodología empleada: intuitivamente asignaban cualidades de personalidad según los signos que metafóricamente la escritura parecía indicar; por ejemplo un trazo ascendente era asociado con una mentalidad optimista. Los investigadores, entonces, seleccionaron a redactores cuyas personalidades eran diametralmente opuestas a lo que su escritura parecía indicar, por ejemplo individuos de carácter pesimista pero que escribían con trazo ascendente. Los voluntarios continuaron diagnosticando cualidades de optimismo en este caso. Estos hallazgos confirman una de las principales objeciones hechas a esta disciplina: dada la habilidad intuitiva que tiene la mayoría de los legos para arribar a las mismas conclusiones que los profesionales, resulta sencillo para cualquiera el alterar la forma de su escritura de manera de dirigir al practicante al diagnóstico deseado, lo cual invalida de raíz la presunta capacidad predictiva de la grafología.
En 1987, un estudio llevado a cabo por Furnham y Gunter demostró que la grafología era incapaz de predecir el puntaje en el test de Eysenk con base en muestras de escritura del mismo grupo relevado. En 1988, otro estudio llevado a cabo con un grupo de grafólogos determinó que estos no eran capaces de predecir las puntuaciones del test Myers-Briggs a partir de las muestras de escritura proporcionadas. En 1982, un metaanálisis de 200 estudios concluyó que la grafología era incapaz de predecir algún rasgo de personalidad en ningún test.
Defensa
Los defensores de la grafología argumentan, sobre todo, que la escritura es una expresión de la personalidad y no algo arbitrario y sin significado. Entre los que practican la grafología es común apoyarse en la evidencia anecdótica, es decir, de aquella que ve una concordancia entre lo diagnosticado y lo observado por uno mismo. Empero, esta evidencia no sirve para comprobar la validez científica de una técnica. Con todo, la grafología también ha sido objeto de no pocas investigaciones, con tratamiento estadístico. Por ejemplo:
Augusto Vels en su obra Escritura y Personalidad (1961), sistematiza y ordena el conjunto de signos gráficos y su significado. Su discípulo Mauricio Xandró, en el libro Grafología superior (1973) relata haber hecho, durante años, contrastes de sus diagnósticos grafológicos con entrevistas y tests psicológicos como el Rorschach, Machover y TAT. Es muy importante la contribución del matemático, psiquiatra y psicólogo franco-canadiense Jean-Charles Gille-Maisani a la grafología actual.
Lester (1983), examinando los resultados de numerosos estudios, concluyó que la mayoría de ellos confirman la validez y la fiabilidad de los grafólogos. Y a partir del momento en que haya suficientes estudios que demuestren la corrección de los juicios grafológicos de las personas analizadas, y parece que los hay suficientes, hay que aceptar que los resultados grafológicos pueden ser válidos.
Especialidades
Grafología fisiológica: relaciona los movimientos gráficos y su origen cerebral.
Grafología médica: diagnóstico y seguimiento de algunas enfermedades o alteraciones de salud
Grafometría: valoraciones de los parámetros gráficos para extraer un resultado estadístico, muchas veces con ayuda programas informáticos en las operaciones de cálculo.
Grafología emocional: consiste en la detección de emociones por el contenido de lo escrito.
Grafología empresarial o de las organizaciones: gestión de Recursos Humanos, orientación y selección de personal, valoración de cargos, liderazgo, promoción.
Grafología infantil y de la adolescencia: estudio de la evolución de la escritura en relación a la evolución de la personalidad infanto juvenil en sus diversas etapas.
Grafopsicología: también denominada Psicografología o Psicología de la escritura. Consiste en el estudio y aplicación del conjunto de técnicas grafológicas avanzadas orientadas a una interpretación científica de la personalidad a través de la escritura manuscrita y de manera auxiliar por el garabato y el dibujo.
Grafoanálisis europeo: sistemas de técnicas métrico grafopsicológicas donde previa valoración de más de 200 parámetros puede obtenerse el percentil de la predominantes temperamental y caracterológica (estos sistemas no tienen nada que ver con el Grapho-Analysis americano de Bunker). Actualmente el Grafoanálisis europeo está constituido por el método de A. Vels (2001) y el método de Viñals & Puente (1999).
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Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Grafolog%C3%ADa
https://www.youtube.com
Fotos: https://commons.wikimedia.org/wiki/Main_Page
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Autograph_Napoleon_Seyfarth_1992...