¿Ha escuchado hablar de la Sayona, la Llorona, El Silbón, la Tulivieja, la Patasola? ¿Le suena conocida la expresión "¡De espanto y brinco!"?
Pues bien, se entiende como espanto a la imagen de una persona muerta que, según algunos, se aparece a los vivos asociada a una leyenda; también son personajes de narraciones de hechos naturales, sobrenaturales o mezclados, que se transmite de generación en generación de forma oral o escrita. Generalmente, el relato se sitúa de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, lo que le confiere cierta singularidad.
Se ubica en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una comunidad, lo que aporta al relato cierta verosimilitud. En las leyendas presentan elementos sobrenaturales como milagros, o presencia de criaturas ultratumba. Estos hechos son descritos como reales, pues forman parte de la visión del mundo propia de la comunidad en la que se origina la leyenda.