El culto a la personalidad es adulación –o adoración- a un caudillo que por lo general es un dictador o un autócrata. El culto a la personalidad ha llegado a ser tan extremo que a algunos emperadores se les ha llegado a considerar deidades. Tal fue el caso del emperador romano Tito Flavio Domiciano quien se proclamó dios mientras aún vivía. Uno de los principales componentes del culto a la personalidad es la mimetización de la figura del caudillo con el estado que rige. Si el “jefe”, “padre” o “supremo” de un país está amenazado, la “Patria” lo está. Por supuesto, si el “jefe supremo” no puede gobernar, pues la “Patria” sería ingobernable. Otro componente es la supuesta existencia de un “enemigo común”, el cual puede ser nacional o internacional. Esto justifica el rol del caudillo porque es el “salvador de la “Patria”. Los hipotéticos enemigos pueden ser una potencia extranjera, una clase étnica o social, un grupo económico o político nacional… o todos a la vez, tratando de ir en contra del “líder”, o sea, "del país". Del mismo modo, es característica del culto a la personalidad, la persecución extrema de cualquier crítico del “jefe supremo”. El opositor suele ser atacado ante la opinión pública para someterlo al escarnio público, es amenazado, perseguido y en algunas dictaduras, aniquilado. En cuanto a la propaganda, veremos al “supremo” en imágenes, fotografías, películas, vídeos y en todo medio masivo como un ser envuelto en un carisma cuasi-divino como el gran proveedor de la felicidad de “su pueblo”. Hasta cuando el caudillo se enferma, se afecta el país. Un gran ejemplo de todo lo anterior lo vemos en Corea del Norte, donde el culto a la personalidad que rodea a Kim Il Sung y su familia exige total lealtad y sometimiento del pueblo y establece una dictadura de un solo hombre a través de generaciones sucesivas. Según una idea generalizada en Corea del Norte, Kim Il Sung creó el mundo y Kin Jong il controló el clima. De acuerdo a la versión oficial, en Corea del Norte no hay culto a la personalidad, sino culto genuino al héroe. El actual gobernante de Corea del Norte, Kim Jong-Un marca la tercera generación del liderazgo dinástico de la familia Kim. Su imagen ha sido muy publicitada en el 2017 por su enfrentamiento verbal con el presidente de EEUU, Donald Trump y por el despliegue que ha hecho de armas de gran alcance.
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